jueves, 24 de diciembre de 2020

Actividades 2021: Curso Anual de Astrología Moderna - Primer año

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Te apasiona la astrología y quieres estudiarla con seriedad y en profundidad? Con gran entusiasmo comunico que se encuentran abiertas las inscripciones para la formación anual en astrología moderna 2021, enfocada a proporcionar una base sólida, práctica y actualizada de las herramientas astrológicas elementales, que nos ayudan a transitar más conscientes nuestros proyectos de vida.


La carta es un gran mapa, esquema o “plano/mapa” de vida en el que se encuentran muchas claves que aprenderemos a leer y descifrar para ir comprendiendo y sintiendo cada paso del presente en que vivimos en donde se despliegan las energías zodiacales, configurando un proyecto de vida que nuestra alma diseñó y se decidió a experimentar y recorrer. Muchas veces, inmersos en nuestras experiencias cotidianas tendemos a olvidarnos de cuál podría ser este proyecto, por lo que la astrología es un gran recordatorio que a través de sus claves multidimensionales -signos, energías planetarias, etcétera- nos ayuda a recorrer cada experiencia reorientándonos o recalculando el rumbo allí donde fuese necesario, y de este modo nos (re)alineamos con la coherencia interna desde la que brota la mayor felicidad y alegría de lo que ya somos y de lo que podemos ser, en tanto individuos y en tanto parte de un colectivo.

A continuación el programa anual y toda la información relativa al curso:

PROGRAMA PRIMER AÑO: BASES PARA LA LECTURA DE LA CARTA ASTRAL

1-Introducción: Qué es astrología?
-Definición
-Uso de las herramientas astrológicas hoy
-La rueda zodiacal como código de procesos evolutivos
-La astrología como un saber dinámico y en movimiento
-Diferencias entre constelaciones y signos.

2-La carta astral, herramienta esencial de la astrología. Componentes y aspectos técnicos
-Qué es una carta astral? (y qué no es)
-La multidimensionalidad del símbolo astrológico
-Elementos constitutivos: signos, planetas, casas, ejes, nodos, cuadrantes, etc.
-El zodíaco en reposo.
-Los aspectos entre planetas.

3-Los doce signos astrológicos
-Descripción, características y modalidades
-Los cuatro elementos: Fuego, tierra, agua, aire
-Dinámicas y relaciones entre signos.

4-Los diez planetas
-Descripción general, características y regencias
-Planetas personales, sociales y transpersonales
-Dinámicas y relaciones entre planetas. Relación entre signo y planeta.

5-Las doce casas
-Descripción y características
-Casas cargadas y vacías. Casas angulares
-El Ascendente, Descendente, Fondo cielo y Medio cielo
-Ejes y cuadrantes
-Relaciones y vínculos entre casas.

6-El inconsciente y sus mecanismos
-El inconsciente y algunas de sus manifestaciones básicas. La personalidad o “ego” y sus personajes de identidad. El proyecto de vida del alma. Los criterios de alma y los criterios de la personalidad.
-La proyección, racionalización, represión, etc.
-Los automatismos lunares.
-La “Sombra”.
-Breve introducción al proyecto sentido y los programas transgeneracionales.

7-Primeros  pasos en la lectura de una carta
-Cómo leer una carta astral? Por dónde comenzar y cómo seguir? Cómo se relaciona cada elemento con los demás? Orientaciones prácticas de cara a discernir elementos básicos.
-Los cuatro pilares de la carta, primera aproximación a una lectura global coherente.
-Síntesis de elementos. Qué lugar ocupa cada uno dentro del todo y por qué?


INFORMACIÓN GENERAL:

-Descripción del curso: Este primer año del curso de formación esencial en astrología moderna está diseñado para entregar fundamentos sólidos y prácticos con los que enfocar la lectura de la carta astral, haciendo énfasis en una base de conocimientos aplicable, prescindiendo de teorías astrológicas desactualizadas o sin una base funcional práctica que las respalde. El objetivo de este nivel básico es establecer cimientos firmes y coherentes con los que enfocar la astrología y su práctica, sea esta profesionalmente en consulta o por intereses personales.

De este modo, una vez asentadas con firmeza las bases teórico-prácticas en este curso, en el siguiente año se continúa la formación con la revisión profunda y detallada de los diferentes elementos necesarios  para hacer una síntesis del proyecto contenido en una carta natal –y que no es simplemente la “suma” de partes aisladas-, con lo que ya estamos en condiciones de revisar otros factores (tales como ciclos, tránsitos, progresiones, etc.) que requieren de fluidez y coherencia en el manejo de los contenidos básicos. La aplicación práctica y el estudio personal a través de casos, ejemplos y actividades vivenciales es una parte esencial del curso, ya que sin ella todo conocimiento astrológico que tengamos quedaría en lo meramente teórico o intelectual, sin pasar a lo experiencial que es donde la astrología cobra vida y sentido.

-Metodología: Enfoque expositivo, participativo y vivencial, trabajando con la propia carta natal y su información a lo largo de los módulos del curso a medida que se van desplegando los contenidos. Casos y ejemplos prácticos para ilustrar cada tema. Trabajo personal por parte del alumno/a.

-Duración: 10 meses de clases (marzo a diciembre de 2021). Una clase a la semana de 150 minutos de duración en uno de dos grupos a elección:
Grupo 1: martes de 19:00 a 21:30. INICIO: martes 9 de marzo de 2021
Grupo 2: miércoles de 18:30 a 21:00. INICIO: miércoles 10 de marzo de 2021

-Requisitos: No tiene. Abierto a todo público con o sin conocimientos previos de astrología. Para trabajar con la propia carta natal se debe conocer fecha, hora y lugar de nacimiento.

-Mensualidad: $2000 pesos, a pagar en la primera clase de cada mes vía efectivo, transferencia, giro o depósito. Para formalizar la inscripción es requisito tener pagada la primera mensualidad a más tardar el día de la clase de inicio del curso.

-Profesor guía: Mauricio Gómez Mellado, Astrólogo y Decodificador biológico. Diplomado en Astrología Humanística en Santiago de Chile en la escuela del profesor Luis Mellado Covas (2016-2019). Estudios en Biología total de los seres vivientes, Psicogenealogía y PNL.

Inscripciones e informes: (+598) 94 585 134 – Celular y Whatsapp.

Los/as espero en este apasionante mundo de la astrología!

martes, 22 de diciembre de 2020

Saturno y Júpiter entrando en Acuario - Seamos el cambio que queremos ver en los cielos

No son tiempos de intentar disfrazar o 
adornar lo que ya no va.

No, la humanidad no cambiará súbitamente su conciencia únicamente porque Júpiter y Saturno hayan entrado en Acuario (cosa que luego hará Plutón en unos años) y ambos hayan iniciado un ciclo de conjunciones en signos de aire, sino que más bien como humanidad tendremos el POTENCIAL, la OPORTUNIDAD de aprovechar, de sincronizarnos y sintonizarnos con los movimientos astrológicos que nos ayudan a comprender el proceso evolutivo que transitamos (movimientos que tienen su correspondencia en la psique profunda, el “cielo interno”) siempre y cuando tengamos un mínimo de conexión “WiFi” funcional con nuestro ser profundo para escuchar su voz y actuar en consecuencia. De otro modo, lo único que encontraremos será toda la resistencia y el roce acumulados por negar sistemática y sostenidamente nuestro proyecto de alma, y esa resistencia suele mostrarse en forma de sufrimiento, sinsentido, angustia, abulia, miedo permanente, cerrazón ante nuevas perspectivas, desagrado, etcétera. No es distinto a lo que siempre ha ocurrido. Tal vez una novedad venga dada por el hecho de que negarse repetida y sostenidamente a abrir esa mencionada conexión WiFi con nuestra “parte álmica” sea cada vez más y más costoso, gravoso y pesado de llevar, porque el sistema y las estructuras sociales a las que estábamos enchufados y que construimos en la total inconciencia de pensar que nos beneficiaban, esas estructuras con las que nos distraíamos de nuestros proyectos de vida, están en proceso de estridente derrumbe, lo que plantea preguntas obligadas: ante el inminente naufragio, decidirás aferrarte a lo que se hunde como náufrago pegado al mástil, negándote la posibilidad de nuevos aprendizajes y experiencias con sentido para ti? O es que colaborarás con el derrumbe, demoliendo o permitiendo que se desintegren en tu propia psique profunda todos los armazones que te impedían verte despojado de ilusiones y espejismos y te dificultaban sumarte y sincronizarte con los grandes potenciales del proceso evolutivo global que vivimos? Cabe mencionar que todos, sin excepción, respondemos esta pregunta consciente o inconscientemente, y nuestra impronta energética desde la cual hacemos lo que hacemos nos muestra con claridad qué opción estamos eligiendo.

Hay que comprender que una carta natal es como si fuese un código de potenciales, que tienen muchas formas de vehiculizarse o manifestarse en la vida cotidiana y en los pequeños y grandes ciclos de una vida como la humana. Podemos decir ilustrativamente que una carta natal muestra una “promesa” de realización -que en el fondo es la que muy inconscientemente nos prometimos a nosotros mismos explorar al encarnar en esta vida- y experimentación, unida a una garantía de que la vida nos dará los empujones para que nos encontremos cara a cara con todas las situaciones y dilemas que necesitamos para que tengamos que trabajar y madurar esas experiencias (por ejemplo, Saturno natal nos da muchas pistas al respecto, si bien siempre hay que leerlo en el contexto de toda la carta y toda la vida de cada persona). Somos seres que aquí exploramos y experimentamos como humano, no somos reductibles a una carta, si bien ella nos ayuda muchísimo a sincronizarnos con los movimientos evolutivos de la vida y su resonancia en la esfera individual y cotidiana de cada uno de nosotros. A mi juicio un grave error que se comete sostenidamente es ver la astrología como independiente y aislada de los seres vivos, de sus infinitas interacciones posibles, de su entorno cultural, de su grado (o falta) de madurez o lucidez profunda que su alma exprese o manifieste activamente, y de los objetivos y proyectos que desea experimentar en esta realidad (de aquí que la perspectiva determinista con que se abordaba la astrología en épocas pretéritas no tenga sentido hoy si incorporamos otros elementos a nuestro enfoque).

Por qué menciono esto? porque si queremos obtener el mayor provecho de lo que la astrología nos enseña, de nada nos sirve poner el poder fuera. La humanidad no será más sana, lúcida, libre y consciente porque Saturno y Júpiter entren en Acuario un 21 de diciembre, la humanidad podrá encarnar y manifestar esas cosas cuando comience a comprender que es tiempo de dejar de mirar espejismos e ilusiones a las cuales les cedimos nuestra responsabilidad individual y nuestro poder creativo para convencernos de que harán el trabajo por nosotros; lo haremos cuando comencemos a ver la verdad desnuda de lo que somos y de lo que hemos construido, tanto en lo individual como en lo colectivo;  cuando seamos capaz de pararnos cara a cara y verla sin espantarnos y sin salir corriendo a meter la cabeza en la tierra para no mirarla porque se nos ha vuelto insostenible o porque no se parece en nada a lo que creíamos o imaginábamos; cuando ya no nos parezca tan deseable la comodidad de las ilusiones y autoengaños. La situación especial de todo este 2020, con sus engaños, fraudes a todo nivel y manipulaciones que muestran la real cara que se ocultaba tras las bambalinas de las estructuras del sistema, nos ha dado una mano prácticamente a todo el mundo para que nos sea más fácil calibrar dónde estamos parados realmente cuando se rompen las ilusiones y las supuestas certezas, y aparece la incertidumbre. Y en eso 2021 sin duda nos seguirá ayudando.

Hablando de 2021 y como aquí la cosa va de derrumbes y destrucción, (gracias Plutón por tu ayuda) pretender continuar con la WiFi interna apagada y bloqueada no será una buena opción, ya que hoy más que nunca esto genera caos interno, inercia autodestructiva y puede volverse cada vez más intolerable. Lo que se vuelve intolerable es una de las formas que tiene la vida de avisarnos que algo necesita atención, y suele ser la forma que resulta cuando hemos omitido todas las otras señales. 

Además, podemos aprovechar este momento (2020-2021) para recordar qué falta que nos hace despojarnos de ilusiones y espejismos generados por las ideologías y creencias con las que vestimos y ahogamos nuestra alma. No es muy sabio intentar juntar los pedazos de la falsa comodidad que la vida nos destruye inapelablemente a martillazos. Por donde pasó Plutón y Saturno (Capricornio), lo que era estructuradamente disfuncional es arrasado para que veamos lo real que se escondía tras esa estructura y sobre sus cimientos. No se puede enfilar hacia la libertad (Acuario) bajo jaulas ideológicas disfrazadas de libertad. No se puede enfilar hacia lo diferente (también Acuario) arrastrando lo mismo de siempre recauchado bajo una nueva apariencia. Lo nuevo incluye apostar en lo nuevo y no intentar reciclar forzadamente lo viejo y agonizante.  

En fin, está bueno entonces no olvidar que si la vida es como una obra de teatro, y si nuestra carta natal es algo así como un cierto “guión” y nosotros los actores, no basta sólo con tener el guión en la mano para que la obra se despliegue. El actor tiene que hacer su parte, y no sólo mirar ese guión del cual es co-creador. Del mismo modo que una obra promisoria puede quedar justamente en eso, en promesas, una carta no es causativa de nada (cómo podría serlo?), solo muestra, expone o despliega claves vitales, pero hay muchas formas potenciales de sincronizarse -o des-sincronizarse- con ellas, y para eso sí que podemos aprovechar este momento de solsticio de 2020 si así lo deseamos, como un recuerdo o hito dentro de este trabajo y de la decisión de sostenerlo en el tiempo.

Entonces mejor encender la WiFi interna, no te parece?

miércoles, 21 de octubre de 2020

2020-2021: Incertidumbre, intuición y percepción profunda

Estamos en pleno final de 2020 y alguien puede estarse aun preguntando “por qué todo se detiene y se derrumba? por qué el sistema (político, económico, sanitario, científico, religioso, etc.) se cae?” Y yo aquí respondo: porque cualquier modelo o respuesta que se intente desde un recauchaje de lo viejo, sin haber pasado por un derrumbe total, no es afín ni adecuado a los tiempos que evolutivamente corresponden ahora. La humanidad como colectivo no ha tenido sistemas justos no sólo porque haya problemas en esos sistemas, sino esencialmente porque ellos se han construido sobre y desde una energía base que no era afín con un escenario de ganancia colectiva, horizontal y retroalimentadora para todo el ecosistema de vida, incluyendo el colectivo humano. Y es esa energía la que necesita actualizarse. Los tiempos acuarianos llevan el potencial de la horizontalidad libre de pirámides jerárquicas artificialmente impuestas. Para que esta horizontalidad sea funcional, cada parte y cada persona debe hacer su parte, estar en el lugar donde le corresponde estar, ser lo que le corresponde ser, sacudiéndose programaciones o condicionamientos destinados a alejarla de su centro natural. Cada vez más personas están preguntándose cuál es este lugar, a la vez que se van dando cuenta que han vivido una vida alejados de él y sin tener la menor idea de cuál podría ser, lo que ha hecho que hoy se pregunten "quién soy?, "cuál es mi vocación", "qué puedo aportar/ser/hacer en estos momentos?". Por lo tanto, podemos aprovechar este tiempo para formularnos seriamente estas preguntas y responderlas de manera existencial y ya no sólo teórica o especulativa. De este modo el "stop" global tendrá un efecto alineado con el momento evolutivo, y también un provecho individual para cada uno de nosotros.

Por tanto, para aprovechar de mejor manera este momento nos conviene aceptar cuanto antes que nos movemos con la proa directo hacia un mundo de incertidumbres, donde la certeza viene dada justamente de saber navegar entre ellas, y ya no de aferrarse compulsivamente a patrones repetitivos y muchas veces insatisfactorios que sólo conservamos porque nos eran familiares. Esto puede generar mucha resistencia y lucha interna, porque la parte de la psique acostumbrada a la falsa comodidad de la costumbre que no está adecuadamente alineada con nuestras capas más profundas, se habituó a funcionar en piloto automático, y es cuando esas costumbres se modifican entonces esta parte puede vivirse los cambios como amenazas. Hay aquí entonces un trabajo personal que cada uno deberá guiar, preguntándose por ejemplo “quién soy ahora? Cómo puedo usar esta oportunidad única para sacar del sótano aquellas partes mías a las que tal vez nunca antes les di voz o importancia?”

En los nuevos tiempos la clave que nos guía es la intuición, el conectar directamente con nuestro sistema “GPS interno” que viene instalado de nacimiento, que sabe cuál es el próximo paso porque sabe sentir y percibir las señales que lo orientan. La intuición es también una poderosa forma de conocimiento, que los sistemas educativos y la cultura no enseñan a educar ni a utilizar. Es momento de salir del corsé racional, de la limitadísima cognición que la racionalopatía galopante en que hemos sido domesticados nos ha metido. Hay muchas más posibilidades y los signos de los tiempos se leen ya no en clave racionalópata sino sobre todo intuitiva y perceptiva. Hay que recordar cómo leer momentos, energías y movimientos para poder guiarnos. Aquí no hay falsas oposiciones: la mente racional es importante, pero cuando ha sido usada para limitar y encadenar la cognición entonces no nos termina favoreciendo y se convierte en un obstáculo que necesitamos recalibrar y equilibrar con lo que hemos dejado de lado.

En lo social, los nuevos sistemas sólo pueden ser construidos a partir de nuevas individualidades. Las redes acuarianas de alto nivel vibratorio no se forman a partir de masas amorfas o de rebaños de borregos, sino de individuos que tarde o temprano se han ido dando la molestia de reconocer y descubrir de manera experiencial qué es eso único e irrepetible que cada uno es y puede poner al servicio de sí mismo y del colectivo debido a que hacerlo implica honrar esa unicidad y disfrutarla. Si no te has animado a descubrirlo en ti, ahora es el momento!

Es tiempo de celebrar lo que nos hace diferentes, únicos, pues se necesitan concepciones diferentes, humanos diferentes, sistemas diferentes, una ciencia diferente, una economía diferente, una administración diferente, y no un lavado de cara de lo que había. Urano y Acuario implican un rompimiento, un vacío con lo anterior donde algo auténticamente fresco pueda hacer su aparición. Mientras tanto, todo lo que no tiene sentido ser refaccionado se derrumba y lo seguirá haciendo. En este momento estamos en el puente, en esa búsqueda. Aprovéchalo a tu favor!

viernes, 18 de septiembre de 2020

Decodificación biológica - Amigdalitis

(Nota: la siguiente información es una guía general, y si bien en muchos casos es extraordinariamente precisa, cada caso es único y puede tener sus propios matices, que se revisan en la sesión de consulta y que pueden estar no incluidos aquí. Es por ello que pretende servir de guía y no debe ser tomada como “receta” infalible.)


Las amígdalas están situadas en el fondo de la cavidad bucal en una zona que simbólicamente es el “umbral” que marca el punto en donde más allá de él algo ingresa al organismo, y antes de él, todavía puede ser devuelto, regresado o escupido. De este modo, cuando tenemos un cuadro de amigdalitis iremos a buscar este gran tema: el del bocado real, simbólico, virtual o imaginario que no puedo alcanzar, lograr, tragar o atrapar o que por el contrario, no pude escupir, rechazar, responder, objetar, etcétera. Por supuesto que aquí el riel verbal –la palabra- puede tener mucha importancia. Veamos algunos posibles conflictos:

-Estar a punto de conseguir algo que era vital para mí y que finalmente se me terminó escapando. Es decir, justo cuando iba a tragar el pedazo, se me escapó de la boca. Aquí el pedazo puede ser un objeto que deseo, un aumento de sueldo, una persona, un permiso, una palabra o un cariño que no llegó, un logro, el afecto de alguien, etcétera.

Ejemplos:

Alguien que quiere conseguir un puesto laboral luego de un largo proceso de selección, y justo cuando piensa que lo consiguió y el puesto es suyo, se entera que otra persona lo superó en calificaciones por la mínima y se quedó con el puesto (“Se me escapó el pedazo (el puesto) cuando ya lo tenía listo (ya lo tenía a punto de tragar))” y al otro día de recibir la noticia amanece con los síntomas de amigdalitis.

Puede ser también el caso de alguien que piensa que tiene que hacer méritos para conseguir el afecto de una persona y que cuando cree que lo ha logrado, ese afecto nunca llega.

-Ahora el caso opuesto: no pude escupir, botar o rechazar un pedazo tóxico cuando me lo tragaba. El pedazo puede ser una actitud de alguien, una persona (por ejemplo, el autoritarismo de la madre o del padre), una situación, un mandato, una palabra, algo que no me convenía, etcétera. No “bancarse” o tragarse algo.

Ejemplo:

Un adolescente que le ilusiona estudiar para ser arquitecto pero el padre le impone que se haga cargo del negocio de la familia (“este pedazo no me conviene, es tóxico y necesito escupirlo”)

-Por otro lado, cuando se trata de los niños pequeños: primeramente conviene ir a buscar el conflicto en la psique de los padres, debido a que su inconsciente está aún muy ligado con el de ellos. Más aún, su supervivencia está ligada a la de sus padres. Secundariamente, puede observarse en el niño algún posible conflicto del tipo “no recibo (atrapo) el cariño de mis padres”.

-En general, el riel afectivo (el cariño que no obtengo) y verbal (la palabra que no dije, discusiones en donde no me expresé o no me pude defender) suelen ser lo suficientemente común para tenerlo muy en cuenta. Conviene por lo tanto poner mucha atención a las palabras: discusiones donde no me pude defender, no dije lo que quería y no me pude expresar (es decir, no escupí el pedazo).

martes, 15 de septiembre de 2020

Video: Entrando en el mundo de casa 12

 


Con gusto invito a quien tenga interés en contenidos como este a suscribirse a mi canal de Youtube, donde iré posteando videos acerca de estas dos temáticas que son el eje del blog: Astrología y decodificación biológica. Lo encuentras en youtube digitando Decodificacionastrologica en el buscador o haciendo click aquí. Hasta el próximo video!

miércoles, 8 de julio de 2020

Decodificación biológica - VPH -Virus del Papiloma humano

(Nota: la siguiente información es una guía general, y si bien en muchos casos es extraordinariamente precisa, cada caso es único y puede tener sus propios matices, que pueden estar no incluidos aquí. Es por ello que pretende servir de guía y no debe ser tomada como “receta” infalible.)

Muchos virus, como por ejemplo el VPH, podremos encontrarlos en todo tipo de gente, (independiente de tener una o más parejas sexuales). Sabemos que un virus no tiene vida, por lo que no puede atacar ni invadir, simplemente actúa tomado por una célula cuando el organismo así lo necesita. Por algo el virus trae un trozo de código (ADN bicatenario en este caso) para generar modificaciones transitorias en el sistema celular según nuestro organismo requiera por necesidades adaptativas excepcionales tras experimentar un bioshock o "conflicto biológico". Lo que genera la ADAPTACIÓN que nosotros llamamos "enfermedad" es dicho conflicto biológico o bioshock y no el virus. Este último es utilizado como parte de la respuesta para modificar las funciones celulares según el código que porta, y por este motivo la célula lo toma y lo reproduce. En otras palabras, el código que tiene el virus es la solución adaptativa al bioshock y por eso el organismo lo utiliza a su favor. 

Por ejemplo, en el caso del VPH, diversas variantes de esta familia de virus pueden estar formando parte del aparato microbiano y viral de muchas personas. Frente a esto, hay que aclarar que no es que el virus esté "durmiente" (un virus no está vivo) ni que esté siendo "frenado" por un imaginario sistema "inmunitario" (que en realidad es un sistema de limpieza y regulación de simbiosis e intercambio con el aparato microbiano y viral que todos tenemos y regula también la relación con otros microorganismos o virus) sino que más bien se lo toma cuando se lo necesita, donde se lo necesita y por el tiempo que se lo necesita, como todos los otros virus. Cuándo se lo necesita? Reiteremos: cuando su información sea útil para la respuesta adaptativa extraordinaria, fuera de lo común, ante un biopsicoshock extraordinario, fuera de lo común, que el organismo tiene que atender biológicamente, ya que el inconsciente biológico está programado para garantizar nuestra supervivencia momento a momento.

Entonces, en concreto, cuándo puede estar actuando el VPH en el organismo? O lo que es lo mismo, qué conflictos están a la base de sintomatologías asociadas a VPH? La respuesta es que muchos, ya que hay varios casos, y el virus es tomado por células epiteliales y mucosas. Ahora únicamente veremos dos decodificaciones generales de sintomatologías particulares:

-Verrugas o condilomas genitales: conflicto de contacto sexual (o falta de él) vivenciado como "sucio", o mancillante. Puede estar vinculado también con una situación de pérdida de contacto íntimo. Conflicto del que va de "flor en flor" : "mi pareja se va de putas/tiene sexo con otra**". En algunas ocasiones es el/la propio consultante el que lo hace, y lo vive como "suciedad".
(**Nota: cabe mencionar que este conflicto puede responder a una situación real, imaginaria o supuesta. El organismo responde a lo que se le ingresa, sin importar si es real o no).

Decodificación simbólica: papiloma suena parecido a "papillon", que en francés significa "mariposa (las mariposas vuelan de flor en flor).

-En el cuello del útero: conflicto de frustración sexual con tinte territorial de desamparo (ejemplo: "no puedo copular satisfactoriamente con el macho"). Sexo vivenciado como de baja calidad o con insatisfacción. Dificultad para conciliar la "hembra" con la "madre" (pueden vivirse como excluyentes en la psique: placer sexual y maternidad como 2 facetas incompatibles entre sí).

Los conflictos hay que buscarlos previamente a la aparición de los síntomas, ya que el virus hace su "aparición" en fase de reparación. Una vez concientizado y resuelto el/los conflictos, la respuesta biológica disminuye (si el riel persiste) o cesa completamente, pues ya no es necesaria.

Estos son sólo algunos conflictos que es habitual encontrar en este par de casos. Notemos que el origen conflictual de la enfermedad nada tiene que ver con "higiene", o "no uso de preservativos", como se cree. Tampoco existe el contagio. Lo que usualmente pasa es que las personas que se vinculan sexual/afectivamente y disparan esta sintomatología tienen instalados rieles conflictuales afines, motivo por el que se atraen por resonancia vibratoria ya que están trabajando conflictos similares. Y superficialmente se interpretará que existe "contagio" a través del sexo. Esto es la apariencia. Las enfermedades no son transmisibles, ya que responden a un conflicto biopsicoemocional que cada persona genera inconscientemente.

sábado, 27 de junio de 2020

Decodificación biológica - Cistitis e infección urinaria


(Nota: la siguiente información es una guía general, y si bien en muchos casos es extraordinariamente precisa, cada caso es único y puede tener sus propios matices, que pueden estar no incluidos aquí. Es por ello que pretende servir de guía y no debe ser tomada como “receta” infalible.)

La infección urinaria y la cistitis tienen en común el corresponder a un conflicto de marcaje/organización del territorio. Cuando la persona siente que no puede llevar a cabo esa función es cuando luego aparece esa sintomatología en fase reparatoria. Por territorio entendemos cualquier espacio o instancia real, simbólica, virtual o imaginaria que consideremos asociada con nosotros con esa connotación. Por ejemplo: el lugar donde vivimos puede ser tomado como territorio por el inconsciente biológico. También el lugar donde trabajamos, nuestras posesiones o lo que consideramos nuestro (una pareja o un amigo, por ejemplo). También un territorio no físico puede incluir el área de mi competencia laboral, o mis rutinas y horarios del día, etcétera.

En el caso de mujeres, donde suelen ser más frecuentes estos síntomas, se trata la mayoría de las veces de un conflicto donde siento que “no puedo organizar mi territorio, mi espacio”, ya que permito que otros lo hagan por mí, y no soy capaz de decir que no o rechazarlo. De ahí que nuestra maravillosa biología nos adaptará inflamando partes de nuestra vejiga/uréteres, etc. con el significado biológico-simbólico de “marcar mejor nuestro territorio”. Es decir, delimitarlo claramente, que es lo que justamente necesitamos y nos hace falta.

EJEMPLOS:

-Una mujer recibe a su suegra en su casa para el almuerzo dominical, y esta comienza a reordenarle la casa a su antojo, o a darle instrucciones de cómo organizar la comida o la visita. La mujer se siente entonces invadida, no pudiendo organizar su propio territorio (su casa y su espacio). En cuanto la visita se termina (o al otro día), comienza con síntomas de cistitis.

-Una persona acuerda una reunión con un amigo, pero a última hora este modifica las condiciones de la reunión sin previo aviso, cambiando los horarios y desorganizando todas las actividades que la otra persona tenía contempladas. Su vivencia es “No puedo organizar mi propio tiempo, mis propios horarios. El otro lo hace por mí y no soy capaz de decirle que no por no incomodarlo”.

-En un trabajo, una mujer recibe a una nueva compañera, que cambia completamente sus formas de proceder, imponiendo las de ella, que son diferentes a las habituales. La vivencia es “No puedo hacer las cosas a mi forma y a mi ritmo”.

También se ve con cierta frecuencia en mujeres la aparición de infecciones urinarias justo después de mantener relaciones sexuales. En estos casos, conviene revisar qué pasó antes del sexo: Decidí tener relaciones porque lo deseaba, o tal vez porque no supe decir que no? (por ejemplo, puedo haber cedido aunque no tuviese ganas, por miedo a incomodar a mi pareja sexual). Además, puede haber una vivencia de abuso sexual enterrada en el inconsciente de estas personas, o memorias de abusos en el árbol transgeneracional, registros que habrá que liberar, ya que generan patrones que programan o desencadenan esta respuesta biológica.

Como vemos, los desencadenantes de esta sintomatología no tienen nada que ver con bacterias ni con ningún otro microorganismo. Ellas simplemente participan bajo la orden de nuestro propio cerebro en la creación de la infección, que es la respuesta biológica adaptativa con que el inconsciente biológico gestiona y “nos avisa” de este conflicto.

No olvidemos que el conflicto desencadenante hay que buscarlo ANTES de que comiencen dichos síntomas (puede haber ocurrido minutos, horas o días antes).

Si bien puede haber otros conflictos asociados con la cistitis y con la infección urinaria, estos son los que se suelen hallar con mayor frecuencia.

Finalmente, resulta adecuado recordar que lo que genera el conflicto psíquico-biológico conocido como enfermedad, es la VIVENCIA de la situación; es decir, cómo yo me vivo dicho acontecimiento, ya que eso es lo que genera una entrada activa de datos que el inconsciente biológico y el cerebro van a procesar y luego usarán para generar respuestas adaptativas a la vivencia conflictiva. Para cambiar dicha respuesta adaptativa y desactivar la enfermedad debo editar (modificar) la respuesta que doy modificando mi percepción de lo que me conflictúa. Para eso debo trabajar simultáneamente en los niveles de pensamiento, emocional, energético y biológico (que están interconectados entre sí). Este es el trabajo que se hace en consulta.

jueves, 21 de mayo de 2020

El mapa no es el territorio

En una carta astral no hay recetas, determinismos ni destinos fijos. Es la manifestación potencial de un código, una impronta matemática-energética de un instante, que como una semilla se va desplegando a través de toda expresión de vida que vaya asociada a ese instante. Por este motivo, si nos mostrasen una carta astral aleatoria ni siquiera podríamos saber si corresponde a un hombre, a una mujer, o si se trata de un evento, de una boda o de un animal que fue dado a luz en ese momento. Mucho menos podemos determinar, etiquetar o encasillar a alguien por los contenidos de "su" carta astral. La carta nos muestra la "obra de teatro" que su ser profundo montó para esta vida y en ella encontramos los potenciales asociados al personaje que el alma se construyó para experimentar dicha obra, entre muchas otras cosas. Si la carta es como un "mapa", la persona es el real "territorio". Y ya sabemos -tal como nos dice la PNL (Programación Neurolingüística)- que el mapa no es el territorio. Hacemos astrología con personas, y no sólo con cartas.

Entonces, podemos aprovechar de decodificar el "código astrológico" presente en una carta para así comprender mejor por qué y para qué nuestra alma decidió encarnar en este tiempo, en este lugar, con la configuración energética que tiene (y por qué no otra), con los patrones o tendencias que tiene, en la familia en la que decidió nacer (y por qué no en otra), y un largo etcétera. Nada de esto es una casualidad ni una aleatoriedad, sino que tiene un sentido que sólo captamos si dedicamos tiempo, energía y atención a ver y escuchar tras las apariencias de los sucesos que se van desplegando en la "obra de teatro" de la vida. Si queremos entrar en el sentido profundo de los acontecimientos, tenemos que estar dispuestos a entrar en también en nuestras profundidades, ya que ahí están las respuestas que buscamos. La carta es simplemente un recuerdo de este mensaje.

Y para qué entrar allí? pues de partida porque en esa trama "bajo la superficie" todo va adquiriendo sentido. Y cuando alguien está parado en la convicción de que lo que hace no tiene sentido y esta sensación se va asentando, entonces es cuando se pierde el entusiasmo, la motivación y la alegría de vivir, la mente comienza a vagar a la deriva sin enfoque, la emoción baja su frecuencia vibratoria y todos estos ingredientes van creando en la persona una realidad insulsa e insípida en que va perdiendo contacto con la esencia de su proyecto. Podemos pensar en la astrología y en cualquier otra herramienta semejante como algo que adecuadamente manejado nos ayuda a no olvidar. Por el contrario, nos impulsa a recordar y a recordarnos, sobre todo cuando lo que vivimos se pone movido y desafiante.

martes, 14 de abril de 2020

La sombra en astrología

Cuando hablamos de sombra nos referimos a todos aquellos contenidos psíquicos que forman parte del entramado psíquico profundo de cada uno de nosotros y que no están a la vista para nuestra percepción consciente. Son contenidos que nos pasan desapercibidos, aun cuando otros tal vez puedan verlos. Para conectar con ellos y traerlos a la luz de lo que nuestra elaboración consciente puede mapear y reconocer se hace necesario un trabajo deliberado en el que es necesario infundir energía y voluntad, ya que dentro de esta sombra se hallan también registros de lo que percibimos como traumático y difícil de gestionar. Todo aquello con lo que nuestra psique no se pudo identificar por diversos motivos y que entonces apartó a un “compartimiento” paralelo del que se escindió. Este compartimiento es parte de la sombra.

Hay que mencionar que esto sucede así debido a que en automático -y desde antes de desarrollar un sentido de individualidad- funcionan en nosotros mecanismos de defensa básicos que se activan en cuanto identifican algún registro conflictivo de información, y la respuesta con la que lo abordan es relegando partes de la propia conciencia a un lugar aparte de la psique, como si fuese un cuarto alejado donde se va amontonando todo lo que en algún momento nuestro sistema detectó como “inconveniente y riesgoso” expresar o manifestar. Para que se entienda mejor, pensemos por ejemplo en un niño que de pequeño se toca su pene y que al ser descubierto por la madre es severamente reprendido, haciéndole ver que tal cosa es “inaceptable” (el niño puede no entender palabras complejas pero sí que lee perfectamente la energía de “no aceptación” de la madre que lo reprende). Entonces su sistema graba un registro desagradable y traumático asociado a lo natural de la sexualidad (que en realidad corresponde al conflicto que tiene su madre). En consecuencia, su psique reaccionará disociándose de toda información sexual, y lo hará dividiéndose en dos, ya que en un lado estará la parte que tiene el natural deseo e interés sexual y en el otro, la parte que introyectó la advertencia de que dicho deseo es “inaceptable”. Esto a la larga provoca una fractura en su integridad y coherencia interna, que de perdurar se asentará cuando dicho niño crezca y vaya transitando a la adultez. Y así, los conflictos y condicionamientos de una generación van traspasándose a la siguiente. Este conjunto de condicionamientos están implícitos en lo que llamamos “cultura” y se considera parte del patrimonio común de un grupo humano.

Cuando vamos creciendo y este mecanismo se mantiene sin examinar, entonces se convierte en la manera primaria en que gestionamos inconscientemente lo que nos va conflictuando a medida que entramos en contacto con ello, y de este modo aparecen personalidades (“máscaras”) fragmentadas que buscan convivir sin estorbarse unas con otras para que el entramado psíquico de cada uno de nosotros no entre en conflicto, cosa que es imposible, ya que sólo la coherencia interna en un momento dado es lo que permite que la energía fluya sin trabas.

Ahora bien, esto no es lo único en que consiste la “sombra”, que usualmente se la pinta con una connotación negativa o escabrosa. Y sí, algo de eso puede haber pero no es lo único. Tampoco es que sea “escabrosa” en sí. Se vive como tal por lo antinatural que es la negación que hicimos en el momento en que creamos esa parte. Se vive así porque no tenemos educación emocional para saber qué hacer con la ira, el rencor, la envidia, los celos, los deseos de posesión, la sensación de inferioridad y otras muchas cosas que todos sentimos de cuando en cuando. Y tal vez eso sea lo escabroso, el que muy pocas personas nos hayan enseñado desde niños qué hacer y cómo gestionar todas estas sensaciones y que luego creamos que como adultos no deberíamos tenerlas (más aun sabiendo que son tan humanas como cualquiera otra).

No es lo único porque en la sombra también están contenidas todas aquellas partes no asumidas que van en nuestro campo de información y que tienen antecedentes dentro de los patrones y esquemas del árbol transgeneracional, y que entonces entroncan con la sombra del inconsciente familiar. A la vez, del entramado de inconscientes familiares se va formando el inconsciente colectivo de un grupo humano (como una cultura, un pueblo, un país, etc.) y así sucesivamente. Cabe destacar que ponemos estos nombres y etiquetas simplemente para entendernos, ya que en un nivel profundo no hay separación entre inconscientes.

Personalidad viene del latín "persona", que significa máscara.
Pensemos por ejemplo en alguien que nace en una familia que bajo una energía libriana predominante valora la diplomacia sin importar si esta responde a algo auténtico o no y esta persona intenta mostrarse siempre agradable y conciliadora con los demás ya que desde niña se le ha dado el mensaje que “no está bien contrariar a otros” y que “la armonía y el llevarse bien con los demás es lo primero”. En esta psique se carga entonces dicho mandato familiar, por lo que mientras la persona lo tenga activo (y esto es inconsciente el 99% de las veces), su psiquismo mecánico tirará al desván todo lo que no sea compatible con dicho mandato, creando una personalidad paralela donde irán a parar todos sus disgustos, desaveniencias y todas las facetas de su individualidad que no han podido expresarse genuinamente debido a esta orden o programa, que en psicogenealogía es lo que llamamos una lealtad familiar. Cabe destacar que en una enorme mayoría de casos las lealtades familiares más gruesas y gravosas son las más enterradas en nuestro psiquismo inconsciente, debiendo ser rescatadas de las profundidades para ser examinadas.

Por otro lado, en nuestro campo de información también están patrones y dinámicas de otras experiencias de vida (“vidas pasadas”) de las cuales el alma tiene registro y en ocasiones se presentan en esta vida para ser reevaluadas o reconfiguradas a la luz de una revisión y expresión consciente, lo que es un “trabajito” de alma que se va desplegando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en las llamadas “relaciones kármicas” muchas veces lo que se hace es trabajar estas dinámicas en formato pareja.

Finalmente, en la sombra también hallamos capacidades, cualidades y “dones” en estado durmiente, que no sabremos que tenemos hasta que los despertamos…o que la vida nos haga despertarlos a patadas. A menudo veremos que tenemos muchas más cualidades y fortalezas de las que pensamos pero como no las hemos puesto a prueba y desarrollado, pues creemos que no las tenemos. Por ejemplo, detrás de un mecanismo lunar lo suficientemente concientizado para que pueda dar paso a otras facetas del desarrollo Lunar podemos encontrar grandes y valiosas capacidades, y lo mismo ocurre con las otras energías planetarias.

Pensemos por ejemplo en una Luna en Capricornio, cuyo automatismo lunar básico es ponerse a hacer cosas o alcanzar logros porque si no lo hace siente que no es digno de ser querido o que no lo merece, ya que ese automatismo se expresa a través de conductas que pueden resumirse en una frase del estilo “Tengo que ganarme el cariño, no basta sólo con ser y existir” o tal vez “No debo tener necesidades emocionales, ya que nadie las satisfará”. Detrás de este mecanismo está la semilla de una gran capacidad de sostén y autosostén emocional, aún en circunstancias muy adversas, que una luna evolucionada en este signo podría ofrecerse y ofrecer. Dicha semilla es sólo una potencialidad, que puede florecer, pero únicamente en la medida que se transite el camino desde el mencionado automatismo a la expresión trabajada de esta energía zodiacal.

La carta astral nos puede hablar de la sombra de múltiples maneras. Lo primero que puede venírsenos a la mente es pensar en Plutón, pero no es lo único, por la sencilla razón de que la carta nos habla de una totalidad, es un círculo completo en sí mismo por lo que cada energía allí presente se manifestará de una manera u otra, por más que tengamos un psiquismo dividido o tengamos el fútil deseo de “taponar” dicha energía. Todo lo que no se reconoce “dentro” termina manifestándose “afuera” a través de escenificaciones donde participan personas, circunstancias o sucesos que se revelan como expresiones de estas energías que la psique tenderá a identificar exclusivamente con los otros. Esta es la trampa del afuera, por lo que la astrología si sirve para algo es para que nos ayude también a devolver la mirada al adentro.

Me parece que no hay que tomar esto como que somos “el centro del universo” o que “todo es proyección” ya que es un juego mutuo donde cada ser aporta con lo suyo, pero sí que el lenguaje astrológico nos ayuda a traer al manejo más consciente estas energías, y es únicamente desde ahí el sitio desde el cual podemos tener posibilidades de gestionar adecuadamente sus potenciales en nuestro proyecto de vida, ya que de otro modo son ellas quienes nos manejan totalmente a nosotros. Esto último no hay que tomarlo como una fantasía de control absoluto, ya que justo cuando creemos que eso es posible viene un momento en que las fuerzas evolutivas de lo transpersonal irradian con toda su fuerza y nos recuerda que los rumbos de la vida no los controlamos nosotros. Pero por las perspectivas con que nos adentramos en esos rumbos sí que podemos hacer algo.

Si bien el eje de casas 1-7 es una evidente zona de
proyecciones y de sombras, estas las podemos
encontrar a través de toda la carta. 
Por ejemplo, si en una carta tenemos una configuración plutoniana (pensemos por ejemplo en Sol conjunción Plutón, esté reforzado o no por otros elementos) y la persona vive experiencias muy intensas y continuas de maltrato en sus relaciones, claramente hay una carga traumática en sombra que se está mostrando en dichas escenas. De hecho, Plutón conjunción Sol suele indicar una presencia absolutamente gravitante de todo tipo de vivencias traumáticas ligadas a la identidad (el Sol) cuya transformación es parte esencial de la naturaleza de su proyecto de vida. Pero claro, antes de que esto se ponga en marcha a menudo es necesario que se “caigan muchas fichas” antes de notarlo, máxime cuando el plutoniano/a tiende a esconder su propia sombra, cosa que se puede ver incluso reforzada por su manejo de otras energías zodicacales presentes en la carta respectiva. En otro caso quizás alguien tiene una carta con una enorme presencia del elemento agua y una gran sensibilidad potencial, pero que por diversos bloqueos emotivos no ha podido ser canalizada adecuadamente, “petrificándose” al punto que como respuesta se ha “refugiado” en otros elementos de la carta. Pero como las energías zodiacales son un todo indisoluble, se manifestarán de todas formas, y en un momento u otro será frecuente advertir en la vida de dicha persona la presencia de encuentros cercanos e ineludibles con personas hipersensibles o de abundante expresión emocional (bastante “lunares”, por ejemplo). En realidad es a través de estos encuentros donde se pone en juego la propia energía de la persona de nuestro ejemplo, más allá de que los otros tengan efectivamente una sensibilidad tan extrema.

En fin, ejemplos de este tinte hay muchos, ya que cada caso es único y dueño de sus propias peculiaridades. Lo importante creo es saber distinguir qué elementos hay en juego justamente para hacer un mejor uso de los potenciales que nos interpelan en estas dinámicas que en apariencia podrían ser tan distantes de nuestros contenidos psíquicos pero que en la práctica están atravesados por ellos. En el fondo podemos verlas como “obras de teatro” montadas por nuestro inconsciente donde van saliendo a la luz sus contenidos –que encastran con los de los otros participantes- y que podemos aprovechar para gestionar mejor los potenciales de nuestro proyecto de vida.

viernes, 10 de abril de 2020

Actividades 2020: Jornadas de consulta astrológica focalizada ONLINE

Click en la imagen para agrandar.
Debido a las circunstancias colectivas que estamos atravesando, las anteriores Jornadas Abiertas de Astrología Vivencial pasan al formato ONLINE en modalidad A DEMANDA. A continuación todos los detalles: 

En qué consisten? Cada Jornada consiste en una instancia grupal en que puedes formular preguntas o inquietudes acerca de ti en cualquier ámbito de tu vida que te interese, y que revisaremos con tu carta natal en vivo. Junto a ella iremos descubriendo el sentido profundo y posibles cursos de acción tras las preguntas que planteas. 

Cada participante tiene asignado un tiempo para sus preguntas, por lo que se sugiere concentrarse en una o dos (máximo) para optimizar el tiempo del que se dispone. Mientras eso ocurre, los otros participantes se van retroalimentando con la devolución de cada pregunta, ya que muchas veces acontece que por sincronía lo que una persona consulta también le resulta de ayuda a otras. 

Qué necesitas para participar? Conocer tu fecha, hora y lugar de nacimiento, tener un teléfono o computadora con acceso a internet y Skype. Tener una o dos preguntas o inquietudes por jornada que desees revisar. 

-Qué significa que la jornada sea “a demanda”? significa que no tienen un día/hora prefijadas de realización y por lo tanto se coordinará de común acuerdo con las personas interesadas según disponibilidad horaria. Te puedes inscribir en cualquier momento! 

Revisa a continuación todos los detalles leyendo los TÉRMINOS Y CONDICIONES:

1-Para participar es requisito el pago anticipado de la totalidad de su valor. Una vez confirmado el pago queda reservado el cupo y se procede a coordinar día y horario según disponibilidad. Cada jornada se realizará con un mínimo de 2 inscritos/as y un máximo de 6. 

2-Valores y formas de pago: 

-Si vives en URUGUAY: valor $500, a pagar mediante giro Abitab o Redpagos (Tarjeta Mi Dinero), depósito o transferencia a cuenta Brou. Cuando te contactes recibirás los datos de cada modalidad de pago. 

- Si vives FUERA DE URUGUAY: valor USD $20 a pagar mediante Paypal o a través de agencias Western Union o Similar. Cuando te contactes recibirás los datos de cada modalidad de pago. 

3-Es requisito óptimo para la realización de la jornada el contar con un lugar libre de distracciones (teléfonos, mascotas, niños, etc.) y de ruidos estruendosos, que garantice un mínimo de tranquilidad y adecuado ambiente durante el transcurso de la misma. De esta manera la jornada puede transcurrir sin interrupciones ni interferencias que importunen a los participantes. 

4-La jornada es una instancia de consulta focalizada, por lo que para optimizar el tiempo se aceptará un máximo de dos preguntas por persona. La jornada no sustituye la consulta individual (que abarca mayor profundidad y extensión) sino que aborda preguntas focalizadas y específicas que cada persona quiera plantear. Si deseas tratar un tema en mayor grado de profundidad o una variedad más extensa de problemáticas, la consulta individual de dos horas de duración puede ser la instancia más adecuada, independientemente de que participes en una jornada.

5-Con anterioridad a la fecha de la jornada se te facilitará vía whatsapp o email una breve ficha de consulta para que la completes planteando tus preguntas o inquietudes. De este modo se estudia tu carta y se optimiza el tiempo de tu consulta.

**Si deseas agendar una jornada grupal de lectura exclusiva para ti + otras personas (tus amigos/as, conocidos/as, grupos de estudios, etc.) puedes contactarte para coordinarla según horarios disponibles.

Informaciones e inscripciones al Whatsapp (+598) 94 585 134 
Mauricio Gómez M. – Astrólogo, Decodificador biológico

domingo, 5 de abril de 2020

El Poder en tiempos de p(L)andemia

Sostengo que astrológicamente hablando, lo que ha pasado no es producto de un virus (hay gente perdiendo el tiempo buscando a qué planeta, tránsito, aspecto de la astrología le puede encajar un virus: que si a la Luna en Virgo, en biquincuncio en el grado 31,93 con Quirón en trígono al asteroide k666 en oposición a Saturno y Plutón, etc, etc.). Lo que ha pasado es producto del miedo, de las sombras psíquicas, de lo no asumido en el inconsciente colectivo que necesita emerger en este momento para seguir con el proceso (podría haberlo hecho en cualquier otro, pero como humanos aún nos gusta aprender a patadas...y pues entonces eso es lo que pasa: lo vivimos como si la vida nos “diese patadas”). ESTO es lo que tiene la situación actual así como está, no un virus, que es sólo un trozo de ARN o ADN*. Eso es a fin de cuentas sólo una excusa. Lo que hace el panorama de tránsitos actual con Plutón a la cabeza es sacar a la luz lo que YA ESTABA AHÍ pero que necesita integrarse a la vida consciente AHORA. Recordemos que la fase Escorpio de la rueda zodiacal corresponde a una etapa de integración de lo que en Libra quedó de lado en pos de lograr la armonía y el diálogo de opuestos. Ahora en Escorpio la unión debe ser total, incluyéndolo todo, incluso lo que antes no fue aceptado (dichas sombras). Si entendemos eso, entendemos mejor a Plutón.

Y por otro lado, afirmo una y mil veces que el meollo del momento actual, mientras saltan estas sombras (sombra: lo no asumido psíquicamente) es que con Plutón nos cuestionamos dónde estamos parados con respecto al PODER. Lo que está ocurriendo nos mueve a tomar una elección: o no estoy dispuesto a procesar mis miedos y necesito más de ellos y así seguir viviendo esas experiencias hasta desear otra cosa, o estoy decidido a recorrer el camino que lleva a ejercer el poder interno y a encarnar lo que de verdad hay en mí, sin importar las consecuencias. Esto determina formas absolutamente diferentes de vivir este momento donde puede haber mucha polarización. 

El silencio es clave para ir escuchándonos.
Si caen los sistemas, es simplemente porque no están construidos sobre bases de poder genuinas, sino sobre cesiones de poder hacia un paternalismo que el rebaño gregario ha consentido (hoy lo hemos observado claramente en quienes ven al establishment médico como una suerte de “salvadores” ante la enfermedad. Pero, médico o no, poco importa quién sea el depositario). Plutón no significa destrucción porque sí, significa el derrumbe de lo que no era auténtico. Si había algo genuino allí incluso puede verse fortalecido. Y bueno, no lo había en este sistema. Ese es el motivo por el que sus cimientos están cayéndose. Cuántas vidas falsas siguiendo la rueda del hámster, donde se vive un trabajo sin sentido, sólo para mantener la rueda girando. Una economía que pregona como su finalidad última el crecimiento infinito, cuya meta final es…crecer para crecer. Un círculo vicioso que se muerde la cola, como todos los círculos viciosos. Afuera la situación cambia sólo un par de semanas y ya nos encontramos de frente con el aburrimiento y sinsentido. Acaso eso es algo nuevo? No, era simplemente lo que siempre estuvo allí y que estaba siendo enmascarado a través del trabajo, la pareja, Netflix, los viajes, compras en el centro comercial, drogas o lo que sea. Para que lo que es real en nosotros pueda expresarse, este nivel de falsedad tiene que ser duramente cuestionado hasta ser derrumbado. Después de todo, perdimos la sintonización con el pulso de nuestro ser interno, y hasta ahora nos ha encantado recibir recordatorios en forma de patadas en el culo. 

Capricornio representa no simplemente EL sistema, sino LOS sistemas. Por qué? Porque un sistema es una estructura, y toda estructura por definición tiene como función primaria y básica el mantenerse a sí misma, antes que todo (de no ser así, no sería estructura). Y eso es necesario durante un tiempo. Pero cuando esa estructura perdió todo sentido y no es funcional a nada más que a sí misma entonces se congela, se rigidiza. Y luego, en un momento dado y ya que no lo hizo antes, es tiempo de la campanada final que llama a su disolución para pasar a otra cosa. Y allí es donde se encarga Plutón, principalmente junto a Saturno y a los otros transpersonales (Urano y Neptuno).

Fríamente mirado, podríamos decir incluso que la astrología en estos temas no es más que una excusa para enterarnos de lo que por otro lado no queremos enterarnos, ya que después de todo, en nuestra psiquis también vamos construyendo estructuras y sistemas (Capricornio nuevamente). Desde nuestras creencias hasta las redes neuronales que las neurociencias estudian, hablamos de hábitos que vamos edificando y que luego de ser útiles por un cierto tiempo, en otro momento pueden dejar de serlo, y es allí donde estos procesos nos hablan directamente en clave individual. Y son tiempos de revisar desde dónde hemos construido estos hábitos y creencias que nos estructuran.

*Por más información al respecto desde nuevos paradigmas de la enfermedad, puedes revisar este artículo.




sábado, 21 de marzo de 2020

Actividades 2020: Congreso Internacional de Astrologia Online "Las Claves Astrológicas del siglo XXI - 2020 Año de grandes Cambios"




Con mucho entusiasmo comparto que he sido invitado a participar en este interesante evento online. Seremos más de una veintena astrólogos de habla hispana a tu alcance, transmitiendo sus enfoques y perspectivas astrológicas de los interesantes tiempos que estamos viviendo.

Participaré con la ponencia "Viviendo a Saturno y Plutón en Capricornio: llegó la hora de transformación - Guía práctica" en donde revisaremos el significado profundo de esta configuración astrológica en nuestro momento evolutivo actual, y qué implica para nuestros procesos internos de la vida cotidiana, ya que esta conjunción nos mueve a transformar y madurar en conciencia todo lo que nuestra alma precisa, confrontándonos a la vez con nuestras sombras psíquicas que debemos integrar con amor. El trabajo saturnino se hace en la materia y aquí dejaremos algunas indicaciones casa por casa.

Las conferencias podrán verse gratuitamente el mismo día de su emisión y con posterioridad tendrás la opción de comprar el pack con todas ellas a un precio muy conveniente, para que las veas cuantas veces quieras.

A continuación todas las coordenadas del evento:

-Cuándo: Desde el 27 de marzo al 1 de abril. Mi ponencia será el día 30 de marzo.
-Dónde: Accede online desde cualquier lugar del mundo
-Cómo obtener tus entradas GRATIS? Haciendo click aquí:  https://go.hotmart.com/W23063927X


Todos/as invitados! Obtén  tu entrada y disfrútalo desde tu hogar o desde donde quieras!

viernes, 20 de marzo de 2020

Hipótesis de Decodificación del Coronavirus Sars-Cov-2

Lo primero es aclarar que los Coronavirus son una familia de virus conocida desde hace tiempo, por lo que el Sars-Cov-2 sería sólo una variante más dentro de dicha familia. Por el tipo de síntomas que se asocian a este virus no es difícil saber de qué tipo de conflictos se trata. Afectan principalmente al sistema respiratorio, por lo que deberemos buscar en el riel de broncas y miedos en el territorio (el “aire que me rodea”). Además, ya hay decodificadores que han publicado la decodificación general de los Coronavirus (Ver “Decodificación Microbiológica y Viral – E. Bouron).En este caso, la decodificación que propongo a modo de hipótesis es la siguiente:

Decodificación general presunto Sars-Cov-2:

-Conflicto territorial por no poder tumbar abajo al que tiene la corona, vivido en una tonalidad de víctima-agresor y de poderoso-impotente (“Soy víctima de los que ostentan la corona -políticos, gobierno, clases acaudaladas, aristocracia, empresariado- y que por tanto no me permiten coronarme y liberarme de su paternalismo arbitrario y dominante”).

-Conflicto con la incapacidad e impotencia de coronarse vencedor en una disputa territorial con tonalidad de desamparo e insuficiencia de poder.

-Conflicto de amenaza territorial con tonalidad de vencido/vencedor (víctima - agresor) en un diferendo que no se pudo ganar y que define el gobierno del territorio y sus disposiciones.

Esto debemos complementarlo con las decodificaciones específicas de los cuadros sintomáticos respectivos de cada caso para afinar la decodificación.

ACTUALIZACIÓN 2021: Hasta el momento no hay evidencia que permita afirmar la existencia de un presunto virus nuevo llamado Sars-CoV-2, debido a que el aislamiento y purificación viral no se ha hecho de manera satisfactoria (los estudios que así lo afirman carecen de una metodología que tenga una base lógica y biológica coherente que permita afirmar dicho aislamiento, por mucho que se ocupe esta palabra) lo cual ya constituye una suficiencia lógica que imposibilita afirmar que exista una enfermedad llamada COVID-19 asociada a este presunto virus (cuyo código genómico fue en su mayor parte creado a partir de bases de datos de genomas y software computacional, asumiendo parecido con otros coronavirus). En caso que el lector se pregunte por las muertes a las que se le ha adjudicado ese diagnóstico, basta ir a la raíz del asunto: se han diagnosticado basadas en un test (PCR) no apto como herramienta de diagnóstico y en presunciones y sospechas, no en hechos. Más aún, la lógica de base asociada a los protocolos de aplicación de dicho test no tiene sostén ni fundamento por una cantidad de motivos (inespecificidad, diseño de primers, umbral de ciclos, etcétera) comenzando por el mencionado arriba: si no hay un virus identificado entonces no hay nada que detectar.

Entonces, lo que nos da la clave aquí es recordar que cuando hay movimientos colectivos intensos, nueva información entra al inconsciente colectivo, a la cual los sistemas biológicos deberán adaptarse. Por lo tanto, lo que porta las claves de este proceso es la decodificación simbólica y astrológica (citada más abajo). El inconsciente no se equivoca y el nombre "Corona" no es casual. Esta es la auténtica clave simbólica tras el proceso evolutivo que como colectivo humano está ocurriendo.
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Astrológicamente corresponde sincrónicamente por tránsitos a un momento de conjunción Saturno (responsabilidad, madurez)-Plutón (miedos, psicosis, destrucción y derrumbe de estructuras psíquicas, culturales, socioeconómicas y de todo tipo que se encuentren desalineadas con el momento evolutivo actual), junto a otros planetas en Capricornio (campo energético que representa las estructuras y el sistema socioeconómico y cultural en boga), todo lo anterior conjugado con Neptuno en Piscis (o nos unimos en la auténtica conexión espiritual colectiva, o nos uniremos a través del victimismo y del miedo) y Urano en Tauro (la comodidad y estabilidad de la inercia de vida entra en un vacío que lleva a cuestionamientos y desestructuración que a su vez tiene el potencial de generar cambios financieros y en la gestión de los recursos, entre ellos los materiales y monetarios). 

En síntesis: Es hora de asumir la responsabilidad por todos los aspectos psíquicos que ahora saltan a la luz y que impiden la madurez interna para ser los conductores del propio destino (gobernar el propio territorio, que incluye también al espacio psíquico). Es hora de madurar espiritualmente y afrontar nuestras sombras psíquicas individuales y colectivas que nos impiden ejercer el poder interno y autocoronarnos como soberanos, constructores y conductores de nuestros destinos. Esto implica una oportunidad para el fin del victimismo colectivo donde se regala el poder a estructuras paternalistas caducas, que deben ser derruidas para que los movimientos evolutivos continúen su camino y el grupo haga el traspaso a un nuevo paradigma de adultez, donde la verdad es interna y no viene dada de antemano por otros. El vivir sin ejercer el poder interno (“Quiero que otros me digan qué debo pensar, cómo debo vivir, qué cosas debo creer y cuál es la verdad”) ha creado un estado de infantilismo psíquico que debe transformarse completamente para que nuevas formas de vida puedan construirse y los procesos globales continúen en la adecuada frecuencia. El “Poder de ser” es entonces un tema fundamental en este momento astrológico, que determinará si la conexión con el otro se hará a través del miedo y el pánico, o a través de dicho poder. Este al menos es el potencial de este momento evolutivo.

lunes, 16 de marzo de 2020

Los virus, el contagio y las epidemias

Este texto va dirigido a quienes están listos para dejar de ver a la enfermedad como un mal a combatir desde el miedo y la ignorancia y en cambio están dispuestos a entrar en lo que se muestra tras las apariencias de lo que comúnmente se cree. Para quienes sospechan o saben que las cosas no son como nos han contado. Para esas personas, sean pocas o muchas es que ha sido escrito. 

La enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre
C. Jung


Qué es un virus? Según las observaciones de la medicina convencional, es básicamente una cadena de ADN o ARN sencilla o doble, envuelta por una membrana proteica que la recubre. Y ya está. El virus no tiene estructura celular (no está hecho de células), no tiene metabolismo, es decir, no ejecuta los procesos químicos y biológicos que caracterizan a la vida celular. Tampoco registra procesos de crecimiento o adaptación al entorno como sí hacen los seres vivos. Y finalmente, no pueden reproducirse. La replicación de su código se produce sólo en presencia de una célula que lo facilite. En conclusión:

UN VIRUS NO ES UN SER VIVO

De aquí se desprenden muchas consecuencias. Puede “atacar” algo que no está vivo? Puede ser agresivo algo sin vida? Cuando nos pegamos con el dedo meñique del pie en la pata de una mesa, decimos que la mesa nos atacó o fue agresiva con nosotros? Evidentemente, la respuesta es NO. Adjudicarle vida a un virus es tan absurdo y carente de sentido como decir que “La mesa, que es muy agresiva, me atacó”. 

Entonces, qué es un virus? Fundamentalmente es un “pendrive” biológico que lleva en sí una actualización (en forma de código de ADN o ARN) que contiene la solución biológica a un conflicto de adaptación que tiene el organismo receptor del virus. Cómo llega entonces el virus, que no tiene vida a la célula? Simplemente porque nuestra central de comandos biológica llamada cerebro, que es la encargada de velar por nuestra supervivencia momento a momento permite mediante un acceso autorizado al virus a ingresar a la célula (que es la que lo atrae) sin ser destruido o descartado por el sistema de limpieza y mantención, antes llamado “sistema inmune”, nombre que por supuesto no tiene sentido ya que no vivimos en una guerra defensiva.

Este acceso no es aleatorio ni casual, sino que se debe a que, mientras estemos vivos, el cerebro responderá a la información conflictual que se le ingrese y, si la percibe como amenazante para la supervivencia, entonces desencadenará un programa adaptativo (llamado “enfermedad”) para justamente adaptar al organismo a esta nueva contingencia. En otras palabras, cuando en nuestra vida cotidiana vivimos un conflicto que no gestionamos y que el cerebro detecta como un sobrestress que excede sus márgenes de tolerancia, entonces pondrá en marcha el programa de adaptación llamado “enfermedad”, y es durante un momento preciso de este programa cuando ingresan en escena los virus, que portan la información específica que el organismo necesita incorporar para solucionar el conflicto en clave biológica (que es el código que maneja).

Nos enfermamos por los conflictos que creamos con nuestra psique en conexión con nuestro soporte biológico. El cerebro está desde tiempos inmemoriales programado para detectar todo lo que sea amenazante para la supervivencia del organismo que comanda, y cuando tenemos un conflicto cualquiera capaz de generar un biopsicoshock que no gestionamos conscientemente, ya sea porque no podemos, no sabemos o no lo expresamos, entonces el cerebro leerá la información conflictiva, no importándole si se trata de un conflicto imaginario, simbólico, real, virtual, figurado, etc. ya que lo que detecta es toda aquella impronta energética que lleve al sobrestress y al agotamiento, y cumplirá con su función, que es garantizar nuestra supervivencia momento a momento. Entonces, acto seguido ejecutará un programa (de los que tiene cargados en su base de datos, llamada ADN) para adaptar las partes u órganos de nuestro organismo que se requieran para así atender la contingencia. Esta adaptación es lo que conocemos como “enfermedad”.

Por lo tanto, la enfermedad es la SOLUCIÓN a un CONFLICTO que se tuvo previamente y que, al no ser gestionado demandó una respuesta biológica, desencadenada por el propio cerebro automático, que entonces adaptó al organismo a esta nueva contingencia. La enfermedad es, por tanto, una RESPUESTA ADAPTATIVA DE SUPERVIVENCIA activada a partir de un sobrestress generado por un conflicto bio-psico-emocional que se desencadenó en nuestra psique.

Se desprende entonces que para desactivar la enfermedad se hace necesario liberar a nuestro cerebro de tener que gestionar y solucionar el conflicto de forma biológica (el cerebro nos “habla” a través de la biología ya que esa es la clave que maneja) para traerlo a la luz y gestionarlo de forma consciente, haciendo todo lo necesario para que la carga conflictual que hay en nuestra psique deje de ser tal. Esto en la práctica a menudo involucra cambio de perspectivas, de creencias, patrones de comportamiento y formas de actuar que no ayudan a resolver dicha carga que creamos. 

Los virus son parte del sistema microbiano y viral en el que estamos inmersos. Se calcula que en nuestro organismo tenemos tanta o mayor cantidad de bacterias que de células. Esto ocurre porque las bacterias son ayudantes al servicio del organismo cuando se las necesita. Una infección por ejemplo, es parte de la llamada “fase de reparación” de la enfermedad, que es cuando el cerebro debe deshacer lo que hizo anteriormente para adaptar el organismo al sobrestress que mencionábamos. Es en este momento que aparecen los síntomas y es cuando vamos al médico. Este último, como desconoce el funcionamiento de la enfermedad, verá los focos infecciosos y culpará a virus y/o bacterias buscando erradicarlos, sin darse cuenta de que en realidad están haciendo su trabajo para que el organismo pueda volver cuanto antes a la normalidad que tenía antes del peak conflictual. Del mismo modo, los virus tienen un tropismo (afinidad) específico que no compatibiliza con cualquier célula, por lo que sólo son útiles allí donde pueden acoplarse, para que de este modo la célula o la bacteria que los reciba pueda usar su código de actualización (el ADN o ARN que porta el virus) y entonces pueda modificar su funcionamiento y adaptarse a los nuevos requerimientos del organismo. Los virus ayudan por ejemplo a la destrucción de tejidos y a fagocitar y eliminar bacterias y otras células que ya no sean necesarias.

La simbiosis habla de las asociaciones benéficas entre organismos
Cuando el conflicto que hemos creado tiene algún matiz o tonalidad nueva, no vista anteriormente es cuando aparece el virus (cuya creación y origen aún es un misterio, pero que presumiblemente son creados por seres vivos tras responder a un conflicto adaptativo para el cual su base de datos -llamada ADN- no tenía una respuesta, lo que justifica dicha creación) que como ya dijimos porta en su interior un trozo de código con la información necesaria para adaptar el organismo que lo recibe al funcionamiento biológico que requiere el nuevo conflicto. Por esta razón es que el virus sólo podrá actuar en organismos que tengan registro presente de dicho conflicto. De este modo es que en un grupo de personas experimentarán síntomas sólo aquellos que tienen el conflicto. El resto no. No importa si comen, beben, se besan, tienen sexo o hagan lo que hagan juntos. Sin la carga conflictual no hay desencadenamiento de la enfermedad. A menudo vemos que en una familia hay miembros que tienen una enfermedad supuestamente “contagiosa”, mientras que otros con los que conviven no la tienen. Estamos tan adormecidos que raramente cuestionamos esto con nuestra lógica más básica y elemental.

De aquí se desprende además que la teoría del contagio es errónea y no tiene sentido alguno, ya que el lugar del que se derivó (la teoría microbiana de la enfermedad, formulada a partir de Pasteur) no es más que un equívoco de percepción al tomar los virus y bacterias como atacantes y causantes de enfermedad. Que en la enfermedad haya presencia de virus y bacterias no implica que sean los causantes del cuadro sintomático respectivo. Este equívoco de percepción se ha mantenido en el tiempo porque la medicina académica -que es su propagadora- desconoce el funcionamiento de la enfermedad y únicamente ve sus manifestaciones sintomáticas, correspondientes a lo que como decodificadores sabemos que es sólo su segunda fase, llamada “fase de reparación”. Lo que el médico ignora es cómo se llegó hasta ese punto de manifestación biológica, y es esta ignorancia la que le hace interpretar todo de manera errónea. En consecuencia tanto la microbiología como la inmunología académica están construidas sobre bases completamente erróneas, ya que su perspectiva sobre la que interpreta los hechos es un equívoco de percepción, es una apariencia (“virus y bacterias son los causantes de la enfermedad”) pero no el fenómeno real. 

En conclusión, debido a que la enfermedad obedece a patrones matemáticamente precisos de funcionamiento basados en leyes (si se tiene el conflicto, hay enfermedad. Si no, no la hay. Es como el sistema binario: o hay un 0 o hay un 1. Sin intermedios) todo tipo de medida “anti contagio” (como el uso de mascarillas, protectores, alcohol, cuarentenas, etc.) carece de sentido y es un absurdo sólo sustentado por la ignorancia y el miedo que esta creencia provoca en el inconsciente colectivo, pero biológicamente no tiene ningún sustento, ya que la enfermedad responde a leyes de funcionamiento y no a la aleatoriedad ni a la casualidad. Más aun, resultan muy curiosas estas medidas cuando los virus y bacterias abundan por todos los sitios (incluido nuestro cuerpo), ya que son parte de lo que ayuda a la vida a mantenerse y adaptarse. Estas medidas tienen tan poco sentido como intentar protegerse del aire y es inaudito que se sigan sosteniendo ya que no resisten ninguna exploración lógica elemental.

LA RESONANCIA CONFLICTUAL

Y entonces, qué pasa cuando hay una epidemia o pandemia? Cuando muchas personas resuenan con un mismo tipo de conflicto, lo que por ejemplo ocurre cuando en algún sitio del planeta el inconsciente colectivo experimenta movimientos, sacudidas y roces que terminan generando conflictos compartidos, entonces mucha gente comienza a resonar y alinearse con una misma frecuencia y viviendo un mismo conflicto. Cuando viene la fase de reparación respectiva, entonces aparecen los síntomas y la inercia cultural comienza a hablar de “contagio”. En realidad lo que ocurre es que simplemente esas personas están resonando en una misma frecuencia con respecto a lo que los conflictúa. Esto es posible porque a nivel de inconsciente estamos “pegoteados” por lo que la transmisión de información es inmediata. Mientras menos grado de individuación tenemos activo, más fácil es que nos acoplemos y comencemos a vibrar en la misma frecuencia en que lo está haciendo la masa y entonces nos adosemos a su carga conflictual por inercia inclusive, facilitando que la reproduzcamos en nosotros mismos. Lo que ocurre es un fenómeno físico de resonancia y no una ruleta aleatoria de gérmenes ni de virus (estos ni siquiera están vivos, recordemos). Es por esta causa que cuando este panorama se presenta, iremos a buscar cuál es el conflicto común que experimentó el o los grupos humanos implicados justo antes de la fecha en que comenzaron con los síntomas.

Cuando los medios de alcance masivo difunden la alarma, el miedo hace el resto, y quienes están propensos a acoplarse a la frecuencia sostenida por los enfermos, comenzarán a hacerlo, basados en el miedo a la enfermedad, que lo que genera es justamente dicha enfermedad, ya que el cerebro soluciona el sobrestress constante de “miedo a la enfermedad/miedo al contagio” generándola, de este modo al enfrentarnos a lo que tememos es justamente como se resuelve la carga conflictual de temerle a algo que “me puede venir”. Este miedo es a menudo infinitamente más enfermante que la mismísima enfermedad, y es la principal causa de la propagación y mantenimiento de síntomas que en principio solamente son una respuesta concreta y precisa a un conflicto específico, y que duran un tiempo determinado y luego desaparecen tras haber cumplido su cometido.

En la práctica es finalmente el miedo el elemento más peligroso en un conflicto colectivo, ya que multiplica miles de veces la intensidad y la duración de dicho conflicto.

EJEMPLOS

Para la psique del niño la profesora también es una figura maternal
Un ejemplo a pequeña escala ocurre con la varicela, que puede responder a un conflicto de cambio repentino con tonalidad de separación con respecto a una figura maternal. A menudo es el caso de los niños pequeños cuando, por ejemplo, hay un cambio de profesora (la mencionada figura maternal) que ellos recepcionan mal y entonces generan un conflicto inconsciente que codificará en dicha enfermedad. El establishment hablará de “contagio”, lo que es erróneo. En realidad es una vivencia compartida por todos los niños que enfermaron. Y los que no están en el riel de esa vivencia no enfermarán aunque convivan a diario y lo compartan todo con sus compañeros.

Otro ejemplo muy mencionado de la resonancia conflictual es el aumento de casos de tuberculosis cuando finaliza una guerra. Al sellarse la paz se acaba el constante conflicto de miedo a la muerte que aparece al desarrollarse la guerra, y entonces es cuando comienzan a aparecer los síntomas y muchas personas serán diagnosticadas con tuberculosis. En decodificación sabemos que la tuberculosis responde a un conflicto vital de miedo a morir (o a la muerte de alguien querido), ya sea por guerra, asfixia, inanición, etcétera.

Las dos fases de la enfermedad (Fase de conflicto activo o simpaticotónica y Fase de reparación o vagotónica). Click para agrandar.
Cuando una nueva información hace su aparición en el inconsciente colectivo, o cuando alguien ingresa en una “zona” de dicho inconsciente que funciona de otra manera (por ejemplo, al viajar a un país o cultura diferente, o tras el arribo de otra cultura distinta al propio territorio), entonces entra en contacto con información que no necesariamente maneja y a la cual todo su sistema biológico deberá adaptarse. Si genera conflictos en este proceso de adaptación, entonces es cuando podrá enfermar, mientras que si no es el caso no enfermará aunque todos a su alrededor lo estén. La palabra clave de la enfermedad es ADAPTACIÓN. Nada más ni nada menos.

Llegados a este punto es preciso observar que todavía pocas personas cuestionan lo que no entra en los condicionamientos culturales, académicos y sociales y son capaces de mirar más allá del ejército gregario e irreflexivo que al día de hoy está intentando reemplazar automáticamente con la ciencia el lugar vacante que dejó la religión a modo de parámetro de autoridad paternalista con la supuesta potestad de determinar qué es verdad y qué no para todos los demás. Y al hacerlo ponen su poder creador al servicio de la realidad que otros crean, respondiendo ciegamente a sus vaivenes. Después de todo, qué más podría hacer una persona que se cree sin poder alguno y sólo sigue a los rebaños, sin importar si estos van directo al risco? Quienes han sido capaces de traspasar la capa de las apariencias y equívocos seguramente notarán que el paradigma actual de salud y enfermedad sólo se sostiene por el miedo a la enfermedad que todavía paraliza a muchos, ya que lo que en dicho paradigma se pregona en forma de “verdades comprobadas científicamente” en realidad no resiste un análisis basado en la lógica más primaria y esencial.

Finalmente, cuando se alcance una masa crítica que busque activamente las respuestas que aún no encuentra, muchas puertas se abrirán y el giro copernicano que está ad portas de la comprensión de la salud y de la enfermedad estará, cuando menos, un paso más cerca.