martes, 14 de mayo de 2019

Urano, el vacío y el cambio


Con Urano entramos directamente en el ámbito de lo que en astrología llamamos "planetas transpersonales", es decir, energías encargadas de los procesos evolutivos globales, colectivos, que transcienden total y absolutamente el margen de lo individual, por lo que son las energías que más desestabilizan e inquietan al ser humano, gracias a la dificultad con que las intentamos asimilar y manifestar -como mejor podemos-. Debido a que se trata de energías que rigen amplios procesos evolutivos, nuestra individualidad e identidad se siente cuestionada, movilizada y arrastrada por fuerzas que no termina de comprender ni de asimilar, fuerzas que justamente son disgregadoras de dichas identidades.

Urano crea el vacío que permite que un nuevo orden eventualmente pudiese surgir en otro momento, porque de otro modo ningún sistema podría abrir una ventana por la que pudiese surgir algo nuevo, ya que su tendencia primaria es a establecerse y conservarse a sí mismo. Es inevitable que toda estructura sociocultural tienda a conservarse a sí misma en el tiempo, y cuando ese tiempo ya toca a su fin, allí es cuando Urano abre un espacio que cambia completamente lo que se tenía por cierto y asentado.

En la vida individual, la presencia de lo uraniano suele traer diversas dificultades, puesto que es una energía que siempre pujará hacia lo original y novedoso a cualquier precio, y no hay sistema ni norma o regla sociocultural que le valga, que no pueda ser quebrada o reformulada. Más aún, el ámbito de lo uraniano nosotros lo vivimos como la constante necesidad de cambio y de novedad, lo que de partida no facilita que nos asentemos en lugar alguno (sea éste físico, mental, emocional o energético), si bien no sea asumiendo completamente la naturaleza siempre cambiante y novedosa de la vida, en que todo tal vez pudiese parecerse pero nunca nada se repite. En el fondo Urano nos muestra que la vida es cambio y que lo único invariable de la realidad es la constante variación. Nos reta a descubrir nuestra originalidad y el toque propio de nuestra alma rompiendo y desarmando todo lo que haga falta en el camino, sabiendo a su vez navegar los siempre imprevistos mares de la vida con el cambio como única “estabilidad” posible. Nos pide “estabilidad de alma”, y nos reta a no conformarnos con falsas estabilidades que bloqueen nuestro proyecto. De aquí que se lo asocia con un valor que como humanidad parecemos estar bastante lejos de encarnar en plenitud: la libertad de ser.

Quieres saber más y estudiar astrología con profundidad y seriedad, en un enfoque moderno y verificable en la práctica y la terapéutica? no pudiste integrarte al curso de abril? Nuevo grupo AGOSTO. Una clase a la semana de dos horas de duración. Informes e inscripciones al 094 585 134 (Celular/Whatsapp)
Toda la información y el programa detallado del curso AQUÍ:

No hay comentarios:

Publicar un comentario