Se pueden ver las vidas pasadas en la carta astral? a veces he recibido esta pregunta y me surgen de inmediato otras: y para qué? acaso es necesario? Si bien algo nos dice que lo que importa realmente es la vida que tenemos en el presente aquí y ahora, en algunos casos sí puede ser relevante el tema de las vidas pasadas por algún motivo, y eso lo sabremos pues sentiremos una inquietud que se hace presente de alguna forma (incluso imprevista) y que va más allá de la simple curiosidad.
Basándome en la experiencia personal, creo que la pregunta que encabeza este texto puede responderse con un conocido dicho: si el río suena es porque piedras trae. Tal vez veamos o no las piedras pero algo del sonido nos llegará de ser necesario. Y si armar el puzzle de las vidas pasadas tiene algún sentido en tu vida, la carta astral puede ser una pieza de ese puzzle, aunque no creo que sea la única. Si bien en cada parte está el todo, el tema es si podemos verlo o no.
Astrológicamente hablando, en una carta podemos encontrarnos con trazos de información que apuntan en este sentido. De partida, todo el proyecto de vida condensado en ella ya nos habla de qué venimos a experimentar ahora y en esto es bastante esperable que haya facetas que tengan que ver con informaciones y actos del pasado que el alma haya decidido revisar ahora. Sin embargo, para captar el posible sentido de esta información debemos mirar caso a caso, y hacerlo siempre junto a la persona, ya que no hay recetas o indicadores que se repitan de igual modo en todos los casos, aunque sí puedo comentar a modo muy general que planetas como Saturno (también estructuras del pasado) o Neptuno (también mimetismo de inconscientes) suelen aportar información de dinámicas provenientes de lo que conocemos como vidas pasadas. Sin embargo, esto debe leerse siempre en el contexto de toda la carta y de la vida de la persona, ya que no hay recetas predeterminadas ni válidas para todo el mundo. Es la carta como un todo lo que porta la información y no sus partes sueltas.
De forma general, leyendo cartas en consulta he visto una y otra vez que en la presente vida se unen de manera perfecta todos los contenidos inconscientes o conscientes que tengan relevancia en este momento: información y patrones de posibles vidas pasadas, desafíos de la existencia presente, proyecto sentido y lealtades familiares inconscientes** (ver pie de artículo).
Esto no es una simple coincidencia, ya que el alma que planificó el proyecto (lo que leemos en una carta) sabía en lo que se metía y que el ambiente y la familia en que encarna le proporcionaría el sustrato de información y experiencias propicias que requiere para echar a andar su proyecto con todos sus “desafíos” a transitar. A la vez, nacer en ese entorno le viene como anillo al dedo a sus patrones de información similar de vidas pasadas y que en la actual desea revisar.
Para aproximarnos un poco a los patrones y dinámicas que podemos haber experimentado en vidas anteriores, podemos considerar un ejemplo ilustrativo como el que sigue:
Si en mi agenda de alma deseo experimentar con el tema “poder” (Plutón, diríamos en clave astrológica) en una hilera de vidas, pues puedo tener varias posibilidades: puedo nacer en familias de reyes o aristócratas por ejemplo, en una época donde ellos ostenten el poder absoluto sobre otros gobernándolos (ya que ellos, a su vez, se dejan gobernar), y vivir una vida donde hago lo que quiero con la vida de otros, ya que tengo poder sobre ellos. Por ejemplo, si soy un rey y no me gusta la comida del día, puedo mandar cortarle la cabeza al cocinero, ya que puedo (tengo el poder sobre su vida). Si considero que otro reino se vería mejor en mis manos, así sea por capricho, pues puedo conquistarlo en una guerra y matar a todo quien se oponga. Es decir, en esa vida experimento con el poder (el “poder sobre otros” en este caso).
Con el tiempo y la asistencia de guías espirituales, podré darme cuenta de que lo que llamé poder en esa vida tiene consecuencias que repercuten en otros seres y en el entorno, ya que ahora veo que no estoy aislado de ellos. Tal vez me dé cuenta de que mandar matar al cocinero resultaba innecesario, y de que el poder no tiene por qué implicar la aniquilación de las vidas de otros seres, puesto que también hay otras formas de experimentarlo. Más aún, tal vez me dé cuenta de que en realidad usé el poder para dominar y aplastar a otros debido a que los veía como una amenaza y en el fondo les tenía miedo.
En una siguiente vida, por ejemplo, puedo querer experimentar otra faceta del poder -la opuesta a la del rey, digamos- y nacer en un entorno de esclavitud o sumisión, donde me quede claro que el mensaje que mi familia de siervos al servicio de la nobleza da por cierto es que no tenemos derecho a gobernar nuestra vida personal y tenemos que someternos a otros, que deciden lo que es mejor para nosotros, y en compensación (puesto que se ocupan de los asuntos del reino donde vivimos) dedicamos nuestro tiempo a servirlos. Luego de un tiempo tal vez esto ya no me va a sentar nada bien y decida dedicar mi vida a rebelarme contra el esquema establecido, usando para ello diversos medios. Quizás en esa vida mi caudillismo marque un precedente para otros que tengan sensaciones parecidas y muchos se unan en un gran movimiento que finalmente lleve a cuestionar la idea de que los reyes son los únicos que ostentan el poder en los asuntos de la vida mundana.
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Patrones en espiral. |
Hay una experiencia mejor que otra? La del rey es mejor que la del esclavo? La del esclavo es mejor que la del rey? Que cada uno diga. Son diferentes facetas de experimentar un mismo tema: el del poder. Si nos fijamos bien, son perfectamente complementarias ya que un rey no puede erigirse como tal y gobernar sobre otros si estos otros no están de acuerdo –tácita o explícitamente- en que es necesario que alguien los gobierne. Gobernante y gobernados son complementarios en una misma experiencia. Sin unos no existen los otros. Sin embargo, hay almas que desean ser pioneras y deciden tomar roles que llevan a todo el colectivo a cambiar el juego. Por ejemplo, alguien que ya no desee ni reyes ni súbditos en su vida, y la dedique a construir y encarnar otra realidad basada en el poder como expresión de la autoridad y soberanía sobre sí mismo/a (y ya no contra otros o sobre otros) sin duda sería un revolucionario en su tiempo, ya que cambiaría el esquema completamente y el juego de vida se transformaría. Estas transformaciones suceden a menudo en la historia de la humanidad que conocemos. Sin ir más lejos, ya la esclavitud como la conocíamos en los siglos precedentes es hoy intolerable para la inmensa mayoría del planeta. Es decir, el juego cambió porque algunos comenzaron a tener perspectivas distintas. Astrológicamente, podemos asociar estos grandes movimientos a momentos clave de los ciclos de los planetas transpersonales (Urano, Neptuno y Plutón), que se implican también en los cambios colectivos.
Si bien este es un ejemplo ilustrativo, los patrones que más vemos son de repetición. Es decir, vivencias similares en diferentes contextos, épocas y ambientes. Historias similares con diferentes escenarios. Si alguien tiene como tema esencial de esta vida el poder, seguro que habrá otras donde ya lo venía elaborando y enfrentando desafíos o dificultades parecidas a las de esta vida.
Así como a nivel colectivo el juego puede cambiar, a nivel individual también ocurre lo mismo. Que llevemos muchas vidas seguidas implicados en el mismo patrón con otras personas no significa que no podamos cambiarlo cuando lo decidamos. Con uno que lo decida el juego ya cambia, puesto que si yo cambio, el otro ya no pude seguir de la misma forma conmigo, y si desea seguir haciéndolo, tendría que buscarse a otro.
Ahora bien, por qué digo todo esto? Porque usualmente he visto que los patrones más arraigados que tenemos (usualmente los de más peso en nuestras vidas y los que podemos tardar más en ver claramente) corresponden a esquemas que vienen dándose de varias vidas atrás y que encastran perfectamente con las lealtades familiares inconscientes y proyectos sentido que observaremos en nosotros en esta nuestra vida actual. Esto no es un error, sino es otra oportunidad más que nos damos para revisar ese esquema y modificarlo en lo que deseemos si así lo decidimos. Incluso podemos tirarlo completamente, poniendo algo nuevo en su lugar.
En conclusión, algo que me ha ido mostrando la astrología en mi vida personal y en la de otras personas y consultantes es lo que acabo de mencionar: que vidas pasadas, proyecto sentido y lealtades familiares inconscientes entroncan perfectamente y se coordinan de maravillas a modo de material con el que el alma decide trabajar en una vida, incluyendo también lo que trae desde las anteriores y que ahora desea volver a revisar. Esto último podemos saberlo o no. En muchos casos es irrelevante. En algunos casos, creo que no. Pero en todos necesitamos concentrarnos en lo que tenemos ahora en frente. Que el tema de las vidas pasadas no sirva como excusa para olvidarnos de eso. De hecho, si aparece en nuestra vida es justamente para lo contrario, para recordar el sentido de ésta, y eso ya es bastante.
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**Términos incluidos en el artículo y sus definiciones:
Las lealtades familiares inconscientes y el proyecto sentido serán tema de otro artículo. En el Curso Anual de astrología las revisaremos en detalle. Puedes ver el programa y toda la información del curso aquí:
Curso anual Astrología Moderna 2019
Por ahora, una breve definición funcional:
-Lealtad familiar inconsciente: Patrón que asumimos de manera no consciente, que porta información que le pertenece a uno o varios ancestros de la familia y de los conflictos que vivieron.
Ejemplo:
Los ancestros hombres de mi familia (padre, abuelo, bisabuelo, tíos…) tuvieron una fortuna y se arruinaron. Y yo, sin darme cuenta, cada vez que tengo dinero lo pierdo (repito textual su historia) de manera inexplicable, o simplemente no gano mucho dinero (así evito perderlo como ellos). Es decir, estoy en lealtad con el drama de esos ancestros –la ruina económica- y por lo tanto repito la experiencia viviendo como ellos.
-Proyecto sentido: rol que en el psiquismo (usualmente inconsciente) de nuestros progenitores vinimos a cumplir y se superpone en nuestro campo energético desde el momento de la concepción o antes de él.
Ejemplos:
-La pareja está en crisis matrimonial y no se comprende entre sí, por lo que su psiquismo está tomado por esta preocupación. El hijo nacido en estas circunstancias puede tener el proyecto sentido “vengo a unir a mis padres”, sirviendo de puente entre ellos o haciendo de psicólogo de cada uno, que le cuenta sus problemas con el otro.
-A una madre le preocupa permanentemente quién la cuidará cuando anciana, aunque no se lo diga a nadie. En este clima tiene un hijo que carga con el proyecto sentido “soy el cuidador de mi madre”. Este hijo tendrá muchas dificultades para vivir su propia vida, ya que en su inconsciente debe estar disponible para su madre cuando ella lo necesite.