martes, 14 de abril de 2020

La sombra en astrología

Cuando hablamos de sombra nos referimos a todos aquellos contenidos psíquicos que forman parte del entramado psíquico profundo de cada uno de nosotros y que no están a la vista para nuestra percepción consciente. Son contenidos que nos pasan desapercibidos, aun cuando otros tal vez puedan verlos. Para conectar con ellos y traerlos a la luz de lo que nuestra elaboración consciente puede mapear y reconocer se hace necesario un trabajo deliberado en el que es necesario infundir energía y voluntad, ya que dentro de esta sombra se hallan también registros de lo que percibimos como traumático y difícil de gestionar. Todo aquello con lo que nuestra psique no se pudo identificar por diversos motivos y que entonces apartó a un “compartimiento” paralelo del que se escindió. Este compartimiento es parte de la sombra.

Hay que mencionar que esto sucede así debido a que en automático -y desde antes de desarrollar un sentido de individualidad- funcionan en nosotros mecanismos de defensa básicos que se activan en cuanto identifican algún registro conflictivo de información, y la respuesta con la que lo abordan es relegando partes de la propia conciencia a un lugar aparte de la psique, como si fuese un cuarto alejado donde se va amontonando todo lo que en algún momento nuestro sistema detectó como “inconveniente y riesgoso” expresar o manifestar. Para que se entienda mejor, pensemos por ejemplo en un niño que de pequeño se toca su pene y que al ser descubierto por la madre es severamente reprendido, haciéndole ver que tal cosa es “inaceptable” (el niño puede no entender palabras complejas pero sí que lee perfectamente la energía de “no aceptación” de la madre que lo reprende). Entonces su sistema graba un registro desagradable y traumático asociado a lo natural de la sexualidad (que en realidad corresponde al conflicto que tiene su madre). En consecuencia, su psique reaccionará disociándose de toda información sexual, y lo hará dividiéndose en dos, ya que en un lado estará la parte que tiene el natural deseo e interés sexual y en el otro, la parte que introyectó la advertencia de que dicho deseo es “inaceptable”. Esto a la larga provoca una fractura en su integridad y coherencia interna, que de perdurar se asentará cuando dicho niño crezca y vaya transitando a la adultez. Y así, los conflictos y condicionamientos de una generación van traspasándose a la siguiente. Este conjunto de condicionamientos están implícitos en lo que llamamos “cultura” y se considera parte del patrimonio común de un grupo humano.

Cuando vamos creciendo y este mecanismo se mantiene sin examinar, entonces se convierte en la manera primaria en que gestionamos inconscientemente lo que nos va conflictuando a medida que entramos en contacto con ello, y de este modo aparecen personalidades (“máscaras”) fragmentadas que buscan convivir sin estorbarse unas con otras para que el entramado psíquico de cada uno de nosotros no entre en conflicto, cosa que es imposible, ya que sólo la coherencia interna en un momento dado es lo que permite que la energía fluya sin trabas.

Ahora bien, esto no es lo único en que consiste la “sombra”, que usualmente se la pinta con una connotación negativa o escabrosa. Y sí, algo de eso puede haber pero no es lo único. Tampoco es que sea “escabrosa” en sí. Se vive como tal por lo antinatural que es la negación que hicimos en el momento en que creamos esa parte. Se vive así porque no tenemos educación emocional para saber qué hacer con la ira, el rencor, la envidia, los celos, los deseos de posesión, la sensación de inferioridad y otras muchas cosas que todos sentimos de cuando en cuando. Y tal vez eso sea lo escabroso, el que muy pocas personas nos hayan enseñado desde niños qué hacer y cómo gestionar todas estas sensaciones y que luego creamos que como adultos no deberíamos tenerlas (más aun sabiendo que son tan humanas como cualquiera otra).

No es lo único porque en la sombra también están contenidas todas aquellas partes no asumidas que van en nuestro campo de información y que tienen antecedentes dentro de los patrones y esquemas del árbol transgeneracional, y que entonces entroncan con la sombra del inconsciente familiar. A la vez, del entramado de inconscientes familiares se va formando el inconsciente colectivo de un grupo humano (como una cultura, un pueblo, un país, etc.) y así sucesivamente. Cabe destacar que ponemos estos nombres y etiquetas simplemente para entendernos, ya que en un nivel profundo no hay separación entre inconscientes.

Personalidad viene del latín "persona", que significa máscara.
Pensemos por ejemplo en alguien que nace en una familia que bajo una energía libriana predominante valora la diplomacia sin importar si esta responde a algo auténtico o no y esta persona intenta mostrarse siempre agradable y conciliadora con los demás ya que desde niña se le ha dado el mensaje que “no está bien contrariar a otros” y que “la armonía y el llevarse bien con los demás es lo primero”. En esta psique se carga entonces dicho mandato familiar, por lo que mientras la persona lo tenga activo (y esto es inconsciente el 99% de las veces), su psiquismo mecánico tirará al desván todo lo que no sea compatible con dicho mandato, creando una personalidad paralela donde irán a parar todos sus disgustos, desaveniencias y todas las facetas de su individualidad que no han podido expresarse genuinamente debido a esta orden o programa, que en psicogenealogía es lo que llamamos una lealtad familiar. Cabe destacar que en una enorme mayoría de casos las lealtades familiares más gruesas y gravosas son las más enterradas en nuestro psiquismo inconsciente, debiendo ser rescatadas de las profundidades para ser examinadas.

Por otro lado, en nuestro campo de información también están patrones y dinámicas de otras experiencias de vida (“vidas pasadas”) de las cuales el alma tiene registro y en ocasiones se presentan en esta vida para ser reevaluadas o reconfiguradas a la luz de una revisión y expresión consciente, lo que es un “trabajito” de alma que se va desplegando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en las llamadas “relaciones kármicas” muchas veces lo que se hace es trabajar estas dinámicas en formato pareja.

Finalmente, en la sombra también hallamos capacidades, cualidades y “dones” en estado durmiente, que no sabremos que tenemos hasta que los despertamos…o que la vida nos haga despertarlos a patadas. A menudo veremos que tenemos muchas más cualidades y fortalezas de las que pensamos pero como no las hemos puesto a prueba y desarrollado, pues creemos que no las tenemos. Por ejemplo, detrás de un mecanismo lunar lo suficientemente concientizado para que pueda dar paso a otras facetas del desarrollo Lunar podemos encontrar grandes y valiosas capacidades, y lo mismo ocurre con las otras energías planetarias.

Pensemos por ejemplo en una Luna en Capricornio, cuyo automatismo lunar básico es ponerse a hacer cosas o alcanzar logros porque si no lo hace siente que no es digno de ser querido o que no lo merece, ya que ese automatismo se expresa a través de conductas que pueden resumirse en una frase del estilo “Tengo que ganarme el cariño, no basta sólo con ser y existir” o tal vez “No debo tener necesidades emocionales, ya que nadie las satisfará”. Detrás de este mecanismo está la semilla de una gran capacidad de sostén y autosostén emocional, aún en circunstancias muy adversas, que una luna evolucionada en este signo podría ofrecerse y ofrecer. Dicha semilla es sólo una potencialidad, que puede florecer, pero únicamente en la medida que se transite el camino desde el mencionado automatismo a la expresión trabajada de esta energía zodiacal.

La carta astral nos puede hablar de la sombra de múltiples maneras. Lo primero que puede venírsenos a la mente es pensar en Plutón, pero no es lo único, por la sencilla razón de que la carta nos habla de una totalidad, es un círculo completo en sí mismo por lo que cada energía allí presente se manifestará de una manera u otra, por más que tengamos un psiquismo dividido o tengamos el fútil deseo de “taponar” dicha energía. Todo lo que no se reconoce “dentro” termina manifestándose “afuera” a través de escenificaciones donde participan personas, circunstancias o sucesos que se revelan como expresiones de estas energías que la psique tenderá a identificar exclusivamente con los otros. Esta es la trampa del afuera, por lo que la astrología si sirve para algo es para que nos ayude también a devolver la mirada al adentro.

Me parece que no hay que tomar esto como que somos “el centro del universo” o que “todo es proyección” ya que es un juego mutuo donde cada ser aporta con lo suyo, pero sí que el lenguaje astrológico nos ayuda a traer al manejo más consciente estas energías, y es únicamente desde ahí el sitio desde el cual podemos tener posibilidades de gestionar adecuadamente sus potenciales en nuestro proyecto de vida, ya que de otro modo son ellas quienes nos manejan totalmente a nosotros. Esto último no hay que tomarlo como una fantasía de control absoluto, ya que justo cuando creemos que eso es posible viene un momento en que las fuerzas evolutivas de lo transpersonal irradian con toda su fuerza y nos recuerda que los rumbos de la vida no los controlamos nosotros. Pero por las perspectivas con que nos adentramos en esos rumbos sí que podemos hacer algo.

Si bien el eje de casas 1-7 es una evidente zona de
proyecciones y de sombras, estas las podemos
encontrar a través de toda la carta. 
Por ejemplo, si en una carta tenemos una configuración plutoniana (pensemos por ejemplo en Sol conjunción Plutón, esté reforzado o no por otros elementos) y la persona vive experiencias muy intensas y continuas de maltrato en sus relaciones, claramente hay una carga traumática en sombra que se está mostrando en dichas escenas. De hecho, Plutón conjunción Sol suele indicar una presencia absolutamente gravitante de todo tipo de vivencias traumáticas ligadas a la identidad (el Sol) cuya transformación es parte esencial de la naturaleza de su proyecto de vida. Pero claro, antes de que esto se ponga en marcha a menudo es necesario que se “caigan muchas fichas” antes de notarlo, máxime cuando el plutoniano/a tiende a esconder su propia sombra, cosa que se puede ver incluso reforzada por su manejo de otras energías zodicacales presentes en la carta respectiva. En otro caso quizás alguien tiene una carta con una enorme presencia del elemento agua y una gran sensibilidad potencial, pero que por diversos bloqueos emotivos no ha podido ser canalizada adecuadamente, “petrificándose” al punto que como respuesta se ha “refugiado” en otros elementos de la carta. Pero como las energías zodiacales son un todo indisoluble, se manifestarán de todas formas, y en un momento u otro será frecuente advertir en la vida de dicha persona la presencia de encuentros cercanos e ineludibles con personas hipersensibles o de abundante expresión emocional (bastante “lunares”, por ejemplo). En realidad es a través de estos encuentros donde se pone en juego la propia energía de la persona de nuestro ejemplo, más allá de que los otros tengan efectivamente una sensibilidad tan extrema.

En fin, ejemplos de este tinte hay muchos, ya que cada caso es único y dueño de sus propias peculiaridades. Lo importante creo es saber distinguir qué elementos hay en juego justamente para hacer un mejor uso de los potenciales que nos interpelan en estas dinámicas que en apariencia podrían ser tan distantes de nuestros contenidos psíquicos pero que en la práctica están atravesados por ellos. En el fondo podemos verlas como “obras de teatro” montadas por nuestro inconsciente donde van saliendo a la luz sus contenidos –que encastran con los de los otros participantes- y que podemos aprovechar para gestionar mejor los potenciales de nuestro proyecto de vida.

viernes, 10 de abril de 2020

Actividades 2020: Jornadas de consulta astrológica focalizada ONLINE

Click en la imagen para agrandar.
Debido a las circunstancias colectivas que estamos atravesando, las anteriores Jornadas Abiertas de Astrología Vivencial pasan al formato ONLINE en modalidad A DEMANDA. A continuación todos los detalles: 

En qué consisten? Cada Jornada consiste en una instancia grupal en que puedes formular preguntas o inquietudes acerca de ti en cualquier ámbito de tu vida que te interese, y que revisaremos con tu carta natal en vivo. Junto a ella iremos descubriendo el sentido profundo y posibles cursos de acción tras las preguntas que planteas. 

Cada participante tiene asignado un tiempo para sus preguntas, por lo que se sugiere concentrarse en una o dos (máximo) para optimizar el tiempo del que se dispone. Mientras eso ocurre, los otros participantes se van retroalimentando con la devolución de cada pregunta, ya que muchas veces acontece que por sincronía lo que una persona consulta también le resulta de ayuda a otras. 

Qué necesitas para participar? Conocer tu fecha, hora y lugar de nacimiento, tener un teléfono o computadora con acceso a internet y Skype. Tener una o dos preguntas o inquietudes por jornada que desees revisar. 

-Qué significa que la jornada sea “a demanda”? significa que no tienen un día/hora prefijadas de realización y por lo tanto se coordinará de común acuerdo con las personas interesadas según disponibilidad horaria. Te puedes inscribir en cualquier momento! 

Revisa a continuación todos los detalles leyendo los TÉRMINOS Y CONDICIONES:

1-Para participar es requisito el pago anticipado de la totalidad de su valor. Una vez confirmado el pago queda reservado el cupo y se procede a coordinar día y horario según disponibilidad. Cada jornada se realizará con un mínimo de 2 inscritos/as y un máximo de 6. 

2-Valores y formas de pago: 

-Si vives en URUGUAY: valor $500, a pagar mediante giro Abitab o Redpagos (Tarjeta Mi Dinero), depósito o transferencia a cuenta Brou. Cuando te contactes recibirás los datos de cada modalidad de pago. 

- Si vives FUERA DE URUGUAY: valor USD $20 a pagar mediante Paypal o a través de agencias Western Union o Similar. Cuando te contactes recibirás los datos de cada modalidad de pago. 

3-Es requisito óptimo para la realización de la jornada el contar con un lugar libre de distracciones (teléfonos, mascotas, niños, etc.) y de ruidos estruendosos, que garantice un mínimo de tranquilidad y adecuado ambiente durante el transcurso de la misma. De esta manera la jornada puede transcurrir sin interrupciones ni interferencias que importunen a los participantes. 

4-La jornada es una instancia de consulta focalizada, por lo que para optimizar el tiempo se aceptará un máximo de dos preguntas por persona. La jornada no sustituye la consulta individual (que abarca mayor profundidad y extensión) sino que aborda preguntas focalizadas y específicas que cada persona quiera plantear. Si deseas tratar un tema en mayor grado de profundidad o una variedad más extensa de problemáticas, la consulta individual de dos horas de duración puede ser la instancia más adecuada, independientemente de que participes en una jornada.

5-Con anterioridad a la fecha de la jornada se te facilitará vía whatsapp o email una breve ficha de consulta para que la completes planteando tus preguntas o inquietudes. De este modo se estudia tu carta y se optimiza el tiempo de tu consulta.

**Si deseas agendar una jornada grupal de lectura exclusiva para ti + otras personas (tus amigos/as, conocidos/as, grupos de estudios, etc.) puedes contactarte para coordinarla según horarios disponibles.

Informaciones e inscripciones al Whatsapp (+598) 94 585 134 
Mauricio Gómez M. – Astrólogo, Decodificador biológico

domingo, 5 de abril de 2020

El Poder en tiempos de p(L)andemia

Sostengo que astrológicamente hablando, lo que ha pasado no es producto de un virus (hay gente perdiendo el tiempo buscando a qué planeta, tránsito, aspecto de la astrología le puede encajar un virus: que si a la Luna en Virgo, en biquincuncio en el grado 31,93 con Quirón en trígono al asteroide k666 en oposición a Saturno y Plutón, etc, etc.). Lo que ha pasado es producto del miedo, de las sombras psíquicas, de lo no asumido en el inconsciente colectivo que necesita emerger en este momento para seguir con el proceso (podría haberlo hecho en cualquier otro, pero como humanos aún nos gusta aprender a patadas...y pues entonces eso es lo que pasa: lo vivimos como si la vida nos “diese patadas”). ESTO es lo que tiene la situación actual así como está, no un virus, que es sólo un trozo de ARN o ADN*. Eso es a fin de cuentas sólo una excusa. Lo que hace el panorama de tránsitos actual con Plutón a la cabeza es sacar a la luz lo que YA ESTABA AHÍ pero que necesita integrarse a la vida consciente AHORA. Recordemos que la fase Escorpio de la rueda zodiacal corresponde a una etapa de integración de lo que en Libra quedó de lado en pos de lograr la armonía y el diálogo de opuestos. Ahora en Escorpio la unión debe ser total, incluyéndolo todo, incluso lo que antes no fue aceptado (dichas sombras). Si entendemos eso, entendemos mejor a Plutón.

Y por otro lado, afirmo una y mil veces que el meollo del momento actual, mientras saltan estas sombras (sombra: lo no asumido psíquicamente) es que con Plutón nos cuestionamos dónde estamos parados con respecto al PODER. Lo que está ocurriendo nos mueve a tomar una elección: o no estoy dispuesto a procesar mis miedos y necesito más de ellos y así seguir viviendo esas experiencias hasta desear otra cosa, o estoy decidido a recorrer el camino que lleva a ejercer el poder interno y a encarnar lo que de verdad hay en mí, sin importar las consecuencias. Esto determina formas absolutamente diferentes de vivir este momento donde puede haber mucha polarización. 

El silencio es clave para ir escuchándonos.
Si caen los sistemas, es simplemente porque no están construidos sobre bases de poder genuinas, sino sobre cesiones de poder hacia un paternalismo que el rebaño gregario ha consentido (hoy lo hemos observado claramente en quienes ven al establishment médico como una suerte de “salvadores” ante la enfermedad. Pero, médico o no, poco importa quién sea el depositario). Plutón no significa destrucción porque sí, significa el derrumbe de lo que no era auténtico. Si había algo genuino allí incluso puede verse fortalecido. Y bueno, no lo había en este sistema. Ese es el motivo por el que sus cimientos están cayéndose. Cuántas vidas falsas siguiendo la rueda del hámster, donde se vive un trabajo sin sentido, sólo para mantener la rueda girando. Una economía que pregona como su finalidad última el crecimiento infinito, cuya meta final es…crecer para crecer. Un círculo vicioso que se muerde la cola, como todos los círculos viciosos. Afuera la situación cambia sólo un par de semanas y ya nos encontramos de frente con el aburrimiento y sinsentido. Acaso eso es algo nuevo? No, era simplemente lo que siempre estuvo allí y que estaba siendo enmascarado a través del trabajo, la pareja, Netflix, los viajes, compras en el centro comercial, drogas o lo que sea. Para que lo que es real en nosotros pueda expresarse, este nivel de falsedad tiene que ser duramente cuestionado hasta ser derrumbado. Después de todo, perdimos la sintonización con el pulso de nuestro ser interno, y hasta ahora nos ha encantado recibir recordatorios en forma de patadas en el culo. 

Capricornio representa no simplemente EL sistema, sino LOS sistemas. Por qué? Porque un sistema es una estructura, y toda estructura por definición tiene como función primaria y básica el mantenerse a sí misma, antes que todo (de no ser así, no sería estructura). Y eso es necesario durante un tiempo. Pero cuando esa estructura perdió todo sentido y no es funcional a nada más que a sí misma entonces se congela, se rigidiza. Y luego, en un momento dado y ya que no lo hizo antes, es tiempo de la campanada final que llama a su disolución para pasar a otra cosa. Y allí es donde se encarga Plutón, principalmente junto a Saturno y a los otros transpersonales (Urano y Neptuno).

Fríamente mirado, podríamos decir incluso que la astrología en estos temas no es más que una excusa para enterarnos de lo que por otro lado no queremos enterarnos, ya que después de todo, en nuestra psiquis también vamos construyendo estructuras y sistemas (Capricornio nuevamente). Desde nuestras creencias hasta las redes neuronales que las neurociencias estudian, hablamos de hábitos que vamos edificando y que luego de ser útiles por un cierto tiempo, en otro momento pueden dejar de serlo, y es allí donde estos procesos nos hablan directamente en clave individual. Y son tiempos de revisar desde dónde hemos construido estos hábitos y creencias que nos estructuran.

*Por más información al respecto desde nuevos paradigmas de la enfermedad, puedes revisar este artículo.