sábado, 17 de marzo de 2018

“Bueno” o “malo” en astrología


Un lindo fractal.
Aquello que humanamente tendemos a etiquetar de “bueno” o “malo” como dos extremos de una escala perceptiva que podemos aplicar a diferentes cosas, situaciones o ámbitos de la vida, en el momento de hablar de astrología simplemente desdibuja su faceta dual para transformarse en “lo que es perfecto” (por llamarlo de algún modo). Con esto me refiero a que la aplicación de criterios dualistas de fondo tiene escasa pertinencia a la hora de leer una carta astral, salvo en el sentido de utilizar un lenguaje comprensible en el que podamos entendernos (Por ejemplo, al enfatizar a un consultante que “Si deseas X cosa, sería bueno/malo este camino o este otro”) y “aterrizar en lo concreto” cuando sea necesario.

Con esto quiero decir simplemente que no hay cartas astrales “buenas” ni cartas “malas”, así como tampoco hay planetas, aspectos o signos “buenos” o “malos”. Sólo hay cartas perfectas, ya que ellas responden al diseño del universo como entidad viva y aplicables al proyecto de vida del alma en su encarnación aquí en la Tierra. Es por ello que para acceder a la comprensión de los contenidos que nos ofrece una carta, tenemos que tomar en cuenta que estamos frente a algo que ha sido concebido por fuerzas y energías que se hallan más allá de nuestras aparentes dualidades, y de las que tenemos aún mucho por descubrir desde nuestra humana mirada, tan proclive a dividir la totalidad en parcialidades o polos, muchas veces supuestamente excluyentes entre sí.

La carta da cuenta de una visión de totalidad, que debido a las limitaciones de nuestro “hardware” humano tendemos a percibir de forma fragmentaria, lineal o consecutiva en el tiempo, en lugar de simultánea y total. De este modo, tenemos que ver con todas las energías allí representadas, aunque en ocasiones tendamos a identificarnos sólo con algunas y poner a las demás fuera, como si nada tuviésemos que ver con ellas. De aquí que la carta es una excelente herramienta para el proceso de integración de estas facetas de la Totalidad en nosotros y en nuestra estructura “interna” (que alberga, por tanto, la misma totalidad). La manera que la vida tiene de hacer este movimiento de integración es a través de nuestros caminos de vida -planificados por nuestra alma-, con todos sus sucesos, puntos críticos y de inflexión, que en la experiencia concreta y cotidiana se van desplegando en forma de situaciones precisas, períodos de aprendizaje, crisis/oportunidades, y en definitiva en todo aquello que nos mueva o conmueva de forma profunda, en cualquiera de las áreas de experiencia de nuestra vida diaria (esquematizadas en una carta a través de lo que conocemos como “casas”).


Es en el marco de este proceso integrativo para la Conciencia en nosotros que se hallan encuadrados todos los acontecimientos y experiencias del día a día, desde lo más “mundano” a lo más “etéreo” (diríamos desde la visión dual, para entendernos), motivo por el cual puede verse que finalmente cada evento tiene su parte funcional a un plan mayor, trazado con anterioridad por la arquitectura del cosmos a la que se ajustan los proyectos de nuestra alma, pero que sin embargo no es rígido y no tiene un único resultado posible, sino múltiples –quizá infinitos- potenciales que serán finalmente transformados en hechos y trayectorias vitales a través de nuestras decisiones y resoluciones -sean estas conscientes o no- que finalmente se transforman en actos, consumándose así el flujo correspondiente.

De este modo, creo que es preciso tener claro que una carta da cuenta de un orden maravillosamente perfecto y organizado de tal forma que todavía nuestra conciencia, en tanto siga dirigida hacia la fragmentación en vez de hacia la integración de contenidos, le puede resultar bastante complejo captar, elaborar y disfrutar. En este contexto, el seguimiento de la propia vida como un proceso de gradual integración de informaciones y energías (entre las que podemos citar, por ejemplo, a la popular “sombra”, es decir, a aquellos aspectos de nosotros mismos que no conocemos) cobra mucho sentido cuando se apoya en una herramienta como la carta, ya que nos proporciona una visión más amplia de la que seguramente teníamos, a modo de una especie de “mapa de caminos” que nos da una mano a la hora de determinar rumbos a seguir. Nos convertimos en navegantes con algo más de conciencia acerca de dónde estamos, dónde hemos estado y hacia dónde vamos, lo cual suele ser mucho más provechoso que comenzar a preguntarnos nuestro rumbo solamente cuando algún golpe aparentemente venido “desde fuera” nos impacta de tal forma que hacemos una crisis o comenzamos a acumular vivencias conflictivas en las que nos vamos hundiendo sin saber su sentido ni su propósito en el gran esquema de las cosas. Sin esta comprensión todo puede resultar bastante más complicado o trabajoso de lo que potencialmente podría ser. Vamos perdiendo así la alegría y el disfrute de los propios procesos de experiencia y aprendizaje.

Como el proyecto que el alma tiene interés en desplegar en esta vida es funcional y armoniza perfectamente con la estructura energética desplegada en la carta respectiva, se hace claro que toda visión o elaboración astrológica que parta del “bueno” o “malo”, da cuenta de una conciencia habituada a la fragmentación que habla desde lo que hasta el momento piensa que “es”, dejando fuera todo lo que considera que “no es”. De este modo, perdemos de vista la insondable perfección del conjunto de las cosas, en donde todos los esquemas y trayectorias posibles encajan maravillosamente de modo completamente armónico con el desenvolvimiento de la existencia en toda su multidimensionalidad. El sello del universo parece ser la totalidad desplegándose en cada una de las partes o estructuras aparentes que lo pueblan, y eso claramente nos incluye a nosotros, focos de la conciencia experimentándose en su faceta humana y multidimensional a la vez.

jueves, 15 de marzo de 2018

Preguntas Frecuentes Acerca de la Carta Astral


¿Qué es una carta astral? ¿En qué consiste la sesión de consulta? ¿Qué temas puedo revisar en ella?

A continuación, algunas de las preguntas frecuentes e inquietudes comunes con respecto a la lectura de carta y a la sesión de consulta y su orientación:


¿Qué es una carta astral?

La carta astral (también llamada “carta natal”) es un documento que refleja el proyecto de vida de ese núcleo de conciencia que podemos llamar “alma” o “ser profundo” para ésta, su actual experiencia de vida en la Tierra. Una carta se muestra a través de lenguajes simbólicos que el astrólogo lee y traduce en información inteligible a través de nuestro lenguaje cotidiano. A grandes rasgos, dentro de este proyecto de vida se encuentran los “desafíos”, “retos” y posibles dificultades, los principales aprendizajes que el alma desea abordar en su actual forma humana y los tiempos o etapas de dichas experiencias. También se muestran las principales tendencias de nuestra psiquis y de nuestro carácter, nuestras dinámicas emocionales conscientes y –muchas veces- inconscientes.

A modo de imagen ilustrativa, la carta describe la “obra teatral” de esta vida, en la que a través del “rol estelar” que tenemos cada uno/a, compartimos escena con los actores, escenarios, tramas, interacciones y vivencias que van tejiendo nuestra experiencia.


¿Para qué sirve consultar mi carta astral?

La carta es una muy buena herramienta para quien busca una orientación en profundidad en cualquier proceso de autoconocimiento, comprensión y/o resignificación de la propia trayectoria de vida, pasada y presente. Es idealmente apta para quien busca el sentido profundo en el que las piezas de su vida se unan y hagan “click” y así permitan mostrar un cuadro amplio, lleno de sentido y propósito y que permite la integración y trabajo consciente y deliberado de estos contenidos en la vida cotidiana, todo lo cual nos (re)conecta con nuestro propósito, y por lo tanto con nuestra mayor felicidad.


¿Qué tipos de preguntas o inquietudes puedo tratar en consulta con la carta astral?

Para empezar, es muy simple: si tiene que ver contigo, ya es una inquietud o pregunta válida. Todo tipo de pregunta que surja desde el deseo profundo y honesto de comprender, es la adecuada.

La carta es especialmente apta para revisar temas como los siguientes:

-Proyecto de vida, momento y situación actual. Rumbo a tomar.
-Orientación vocacional, laboral o de estudios.
-Temas de pareja, familia, amistades y relaciones en general.
-Temores, bloqueos, patrones repetitivos y tendencias de personalidad que se vivan como limitantes.
-Orientación en conflictos o situaciones de crisis, en cualquier ámbito.
-Maternidad/paternidad y educación de hijos/as.
-Patrones transgeneracionales y lealtades familiares inconscientes.
-Procesos de autoconocimiento y transformación personal.
-Enfermedades (se requiere diagnóstico médico).
-Etcétera.

La consulta puede tratarse también de inquietudes personales o acerca de alguna situación específica que estés viviendo ahora mismo o que hayas vivido.

Finalmente, a modo de ejemplo ilustrativo, cito algunas preguntas que suelen ser frecuentes en consulta:

-¿Cuál es mi proyecto/misión de vida?¿cuál es mi vocación y para qué soy bueno/a?
-¿Qué sentido tiene esto que estoy viviendo? ¿cómo resolverlo?
-Estoy perdido/a o desorientado/a y no sé qué rumbo seguir o qué hacer en mi vida.
-Me inquieta o preocupa esta situación/este problema.
-Tengo consultas o problemas de pareja/trabajo/estudios que quiero revisar.
-Deseo ver mi tema pareja. ¿Por qué me cuesta encontrarla/soltarla?¿hacia dónde enfocar mi vida sentimental?
-Qué hay de la maternidad en mi vida? por qué me ha costado tanto?
-Y un largo etcétera 


¿Qué necesito saber para tener mi carta astral?

Se requiere la fecha, hora y lugar de nacimiento. Estos datos se proporcionan con anterioridad a la sesión.


¿Cuál es el valor de la consulta?

La inversión por consulta es de $2.000 pesos y tiene una duración estimada de dos horas. En el caso de consultas online desde el extranjero, el valor es de $70 Dólares la sesión, transferibles vía Paypal o por envío de dinero a través de Western Union o similar.
(Valores actualizados en abril de 2023)                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                
¿La carta astral es algo que uno se lee una sola vez en la vida?

Si bien es única, debido a su carácter dinámico y de múltiples “planos” de profundidad, la carta es un documento que puede consultarse cuando se lo requiera. Es preciso notar también que debido a lo que se conoce como “tránsitos planetarios”, distintos momentos de lectura pueden traer distintas informaciones o panoramas astrológicos, actualizados al momento presente.


¿Cuántas sesiones se requieren para revisar un tema?

Generalmente en una sesión de dos horas se alcanza a revisar en detalle un motivo de consulta. Sin embargo, si se trata de un tema complejo, o la persona desea un trabajo más profundo y exhaustivo, lo adecuado es continuar con cierta periodicidad hasta abarcar el o los temas en tratamiento. El plan de acción a seguir y el número de sesiones se informa al finalizar la primera sesión.


¿Hacia dónde apunta la sesión? ¿Cuál es tu enfoque?

Mi enfoque está orientado al uso de la carta como herramienta terapéutica y de apoyo en los procesos individuales -tanto “internos” como “externos”- que le conciernan a cada uno/a. La sesión se orienta a comprender dichos procesos, reconocer cuál es su lugar dentro del gran esquema de una vida, para desde allí, integrar en lo concreto los aprendizajes o rectificaciones que sean necesarios en pos de responder de la mejor manera a cada situación, según el proyecto de cada persona.

En resumen, considero la carta como una valiosa herramienta de trabajo y transformación individual y colectiva, que no sustituye el trabajo personal cotidiano, pero sí que lo encauza, focaliza y acelera, colaborando entonces con su parte dentro de dicho esquema.


Tengo un tema complejo/enfermedad*/comportamiento bloqueante o limitante. ¿es posible tratarlo en consulta?

Sí, es posible. Cuando el caso lo requiere, se aborda empleando herramientas del ámbito de la decodificación biológica, de la psicogenealogía y otras, en búsqueda de las raíces de dicho problema, enfermedad o comportamiento. Todo esto asistido según la carta de la persona.

*En el caso de enfermedades, se requiere la existencia de un diagnóstico médico existente.


Mauricio Gómez M. – Astrólogo • Decodificador Biológico
Fono/Whatsapp: (+598) 94 585 134 
Montevideo, Uruguay